Vinos para ellas, vinos para ellos, vinos que unen...

Hace poco, leyendo un artículo de Eva González sobre las distintas costumbres y gustos gastronómicos de hombres y mujeres, en el que mencionaba brevemente qué vinos gustan más a unos y a otras, me surgió la idea para hablar con más amplitud de si existen realmente vinos que gustan más a un sexo que a otro y, si los hay, saber el porqué y aportar unos cuantos ejemplos. Creo que se puede hablar de circunstancias culturales y decir que existen unos cuantos tópicos al respecto que, ¡ojo!, a veces se cumplen...

Tradicional e históricamente el consumo de vino se ha asociado más a hombres que a mujeres. No queda muy lejano aquello de que "estaba mal visto que una mujer bebiera" cuando acto idéntico reforzaba la "masculinidad" de cuantos hombres incluso presumían en público de ello. A lo largo de la historia y las civilizaciones el consumo de vino, y de alcohol en general, fue eminentemente masculino.

Solo desde hace unos pocos años, ya en pleno siglo XX, la mujer se incorpora sin complejos al consumo y disfrute del vino, un fenómeno que comienza en las clases mas adineradas. Es aquí cuando la mujer empieza a disfrutar con vinos que se consideraban más femeninos como algunos blancos, los moscateles, un Oporto o un Jerez. Ellos ya llevaban años con sus tintos recios, robustos, incluso peleones, aparte de whiskies, brandies y cognacs, todos, desde las clases sociales más altas a las más desfavorecidas (el vino siempre fue un buen alimento para quien no tiene nada que llevarse a la boca y de paso le hace olvidar lo anterior). Es así como poco a poco la mujer se fue incorporando sin complejos al consumo y al hedonismo que supone una copa de vino, aportando además en muchas ocasiones el glamour añadido que a los hombres les faltaba.

Hoy por fortuna, se puede hablar de una mujer incorporada al mismo nivel como sabia consumidora, cada vez más frecuente y preparada. Existen tantas sumilleres como hombres en la misma función y ellas alcanzan primeros puestos en concursos de cata. Particularmente creo que ellas son mejores catadoras y captan más aromas y matices en un vino que nosotros...

Podríamos hablar por tanto de vinos para tod@s, pero voy a incidir primero en aquellos que gustan más a unos o a otras.

Lo que prefieren ellas...

Partiendo de que no hay reglas sin excepciones... A ellas por lo general les gustan los aromas sedosos, suaves, frescos y frutales que predominan en los blancos. Blancos elaborados con verdejo, chardonnay o uva albariño. Entre los caldos más femeninos podríamos mencionar Perfume, del Penedés, Naia de Rueda o Pazo Señorans de Rias Baixas. También rosados delicados como Gran Feudo o el archiconocido Peñascal, ¡años ha el vino más vendido en este pais!. No hablemos del lambrusco que yo solo hablo de vinos...

Cuando de un tinto se trata lo prefieren joven y frutal, con un tanino dulce e integrado. disfrutan de la frescura de un Sobreño Roble, de Toro, reciente premio en el Concurso" Vino y Mujer" en Madrid, donde solo ellas organizan, catan, califican y premian. Ellas son las que suelen huir de tintos con largas crianzas en las que predomina la madera sobre la fruta. No las busquemos sumergidas en los reservas y los grandes reservas de Rioja. Hombres del mundo enteraos: Odian el Viña Ardanza!!!. Por el contrario un cava o un champagne rosado las enamora. aquí un De Nit en cava o un André Clouet Rosé en champagne les hace olvidar lo desastres permanentes que solo los hombres les causamos.

Lo que prefieren ellos...

Ellos huyen frecuentemente de blancos y rosados. Los aceptan cuando son ellas las que eligen el vino en la mesa (cosa frecuente y aconsejable!). Si es blanco mejor con madera: un Plácet, de Rioja o un Marqués de Riscal Limousin, de Rueda, estarán al gusto masculino. Si es un rosado que sea de Cigales como Doce Tañidos o un rosado con barrica como los excelentes PradoRey, de Ribera o Chivite, de Navarra.

Es en los tintos con madera donde el hombre nada a gusto. Disfrutarán como niños un Pesquera o un Marqués de... si son clásicos, un Pago de Carraovejas si van de constructores (ay, ese vino del ladrillo!) o un Pétalos del Bierzo si van de modernos (ojo que este a ellas les encanta!).

Lo que no hacen ellos es arriesgar, y es frecuenta ver a chicos de treintaytantos, todos guapos y modernos pedir...Cune!. Sin estar mal, es vino para sesentaytantos y con treintay... uno debe ser intrépido aventurero de otras zonas enológicas fuera de Riojas o Riberas...Hay un montón de joyas escondidas! Si son ellos los que piden lambrusco, este mero hecho debería ser motivo fulminante de divorcio para la pareja que les acompaña.

En todo caso predominan en sus gustos los tintos con crianza, con cuerpo robusto y taninos estructurados, que a ellas les empiezan a gustar a la media hora de respirar y abrirse en la copa, cuando aparecen fruta y elegancia de la mano. Si acaso ellos toman algun champagne para quedar bien: Mumm de Cramant o Gosset son excelentes, pués pedir Moët Chandon debería ser motivo de obligada y larga abstinencia sexual.

Los vinos que unen...

Si lo que buscáis es acompañar vino, placer e igualdad entre sexos, la sensibiliad tiene que ser quien elija... Unen blancos como Pazo de Fefiñanes III año o verdejos como el Nieva Pie Franco, pura sensualidad.

Unen rosados como La Rosa, con una pinot noir golosamente femenina y elegancia asexual. Y os conducen juntos al placer tintos como Abadía Retuerta, pura elegancia, Donyet, un Montsant todo complejidad, tres Picos, con una garnacha fresca y poderosa o un Vizcarra Torralvo, que es pura seda y mineralidad...

Podéis probar a seducir al sexo opuesto (o al mismo si ese es tu objetivo) con delicadezas como un MR, fragante moscatel de la Axarquía malagueña, un goloso Pedro Ximénez (que es la uva no quien lo hace o la marca!) como Don PX, un caramelito cordobés.

Pero si queréis la gloria de los sublime para terminar de compartir... un Oporto, ay! un buen Oporto como un LBV de Nieport, intenso y delicado. Ay!, un viejo y elegante Oporto... eso ya no es un vino que una: es un orgasmo compartido... que une más.

Sumiller de ustedes... (viva Carlos Herrera!)

Luis Miguel Fernández
Experto en vinos