Comenzamos reduciendo 320 ml de cerveza en una sartén pequeña durante 10 minutos a fuego medio, de esta forma disminuiremos el agua que contiene la cerveza y parte de su graduación alcohólica, ya que ésta impide la congelación.
Para que se enfríe, vertemos la cerveza reducida en una jarra medidora añadiendo 90 ml de cerveza y un chorrito de vainilla. (Este proceso se puede realizar con cualquier tipo de cerveza. Evitar las que tienen mucho lúpulo pues éste se convierte en amargo al cocinarlo).
A continuación, para la preparación del helado, hemos optado por una base de natillas que le dotará de un sabor más rico y cremoso, pero antes debemos preparar un bol con hielo para detener la cocción de las natillas una vez estén hechas.
La elaboración de las natillas es sencilla. Ponemos en un cazo ¾ de una taza de azúcar, seis yemas y sal, removemos, y echamos, poco a poco, dos tazas de crema o de leche manteniendo un fuego medio (sin que llegue a hervir) hasta que se mezcle bien. Luego, seguimos removiendo con una espátula de goma que resista el calor, lo hacemos constantemente por toda la cazuela para que las natillas no se quemen. Estarán listas cuando estén espesas. Si disponemos de un termómetro, estarán listas cuando alcancen los 80º C.
Una vez alcanzada esta temperatura, colamos la mezcla sobre un bol encima del bol con agua y hielo.
Añadimos la cerveza a las natillas y removemos durante los próximos 15 minutos con una espátula limpia hasta que quede una mezcla homogénea y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente (aún el bol está sobre la base de agua con hielo).
Una vez que la mezcla esté helada, cubrimos con film trasparente y la mantenemos en el refrigerador como mínimo 8 horas aunque lo recomendable es que sean 24 horas. Después de esta espera, ponemos la mezcla en el congelador durante ocho horas y ya podrás probar tu delicioso helado de cerveza.
Notas
- Si quieres, puedes añadir a tu helado de cerveza algunos chips de chocolate u otros ingredientes que prefieras.
- No olvides elegir la cerveza que más te guste, ya que es ese ingrediente el que le dará el sabor al helado.
- Si no cuentas con una máquina para hacer helado, sigue los primeros procedimientos hasta antes de utilizar el aparato. Saca el recipiente de la parte superior de la heladera y revuélvelo, vuelve a colocarlo en la nevera y repite el procedimiento cada 20 minutos hasta que consigas el espesor deseado.
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