En primer lugar se trocean todos los ingredientes -tomates, pimiento, pepino, ajo y pan- y se van depositando en el baso de la batidora o en un recipiente hondo.
A continuación se añade el aceite de oliva, la sal, el agua fría, y el vinagre de Jerez. Se procede a triturarlo todo con la batidora.
Una vez triturado se pasa por un colador fino para que no queden pieles ni semillas. Se mete en el nevera para que repose por lo menos una hora antes de servirlo bien frío, aunque lo ideal es que repose más tiempo, e incluso puede hacerse de un día para otro.
Es importante cubrir el recipiente con un film de cocina para que no se oxide y no pierda ninguna de sus vitaminas.
Nota: las cantidad de vinagre es aproximada, ya que podrá echarse al gusto dependiendo si se quiere más 'fuerte' o menos.
Más recetas con tomate
- Ver receta de Conserva de tomate
- Ver receta de Salsa de tomate casera en conserva
- Ver receta de Gazpacho de aguacate y tomate