¡La hora de la merienda!

Las cinco de la tarde. Tal vez las seis para los más rezagados. Salíamos del colegio apurados por llegar a casa, arrojábamos la mochila en la habitación como si en su interior se escondiese una bomba y corríamos hacia la cocina a por nuestro preciado premio: la merienda.

Qué recuerdos, ¿verdad? Pues más vendrán a continuación cuando repasemos los clásicos de cualquier merienda de los nacidos en los 70, 80… ¡e incluso los 90! Desde luego, el triángulo de nocilla es algo digno de permanecer en la memoria de cualquier generación…

Sandwich de nocilla

Un bocado a uno de estos sándwiches de nocilla y se curaban todos nuestros problemas. De hecho, reconozcámoslo: estamos reprimiéndonos para no ir al súper a comprar un tarro y prepararnos uno.

¿Y qué hay de los tigretones y las panteras rosas? Sólo con leer el nombre ya se visualiza el bollo…

Pantera rosa, tigretón y bony © Bimbo

Menos original a la hora de nombrar sus productos era el Bimbo de los 70, que promocionaba sus meriendas como… pues eso MiMerienda. ¿Para qué complicarlo más? Se trataba de un bollito con una barra de chocolate.

Más tarde se comieron un poco más la cabeza y crearon el Bimbocao junto con los Tunos Bimbo, ¡otro clásico!

Tunos de chocolate © Bimbo

Meter un trozo de chocolate entre pan y pan para hacer un bocata de chocolate daba como resultado el mejor de los manjares. Más debate creaban los bocatas o sándwiches de mortadela, especialmente la mortadela con aceitunas. ¿A quién se le ocurriría sugerir semejante mezcla? Lo mejor es que a muchos niños les gustaba, pero nadie se ponía de acuerdo…

Mortadela con aceitunas

Lo mejor, lo de casa

Si nos tenemos que quedar con una merienda, es probable que en ella aparezca la imagen de nuestros abuelos. Y es que ellos son los "culpables" de que muchos niños se aficionasen al pan con aceite y azúcar, o con mantequilla y azúcar... ¡incluso vino y azúcar! Mientras fuera dulce, la receta poco importaba. 

Pan empapado con vino y azúcar