El
edificio de este lujoso hotel de cinco estrellas,
que abrió sus puertas en el año
2003, es el antiguo Palacete de los Prada completamente
reformado a excepción de la fachada,
de la que se conserva su apariencia original.
La ubicación del hotel,
en el centro neurálgico de la ciudad
y a cinco minutos de la plaza Mayor, despierta
el interés de los transeúntes
por su estilo clásico y fastuoso, que
concuerda a la perfección con la decoración
distinguida del interior, así como
con su refinado mobiliario.
El complejo cuenta con cinco
salones amplios y luminosos, habilitados para
acoger grandes celebraciones. Junto con las
lámparas de cristal de Murano, que
alumbran las salas, se encuentran, decorando
las paredes, pinturas Pre-Rafaelistas y Pompeyistas,
que contribuyen a crear una atmósfera
elegante y atractiva.
Las parejas tienen la posibilidad
de escoger entre variadas combinaciones para
componer su ágape, todas ellas propuestas
culinarias que maridan con el refinamiento
y el lujo de este hotel. La carta se caracteriza
por la excelente calidad de las materias primas,
que tras una rigurosa elaboración,
se transforman en platos exquisitos y de cuidada
presentación.
Una vez finalizado el
convite, la fiesta podrá continuar
con alguna de las propuestas adicionales del
hotel, como puede ser el baile o la barra
libre. Y como regalo de nupcias para los recién
casados: la noche de bodas en una de sus lujosas
suites, con espectaculares vistas al Parque
de la Alamedilla y la vibrante Plaza de España.