El Gobierno prevé una recesión del 9,2% y un aumento del paro al 19%

La crisis del coronavirus tendrá también graves consecuencias en la deuda y el déficit: la desviación llegará a las dos cifras, hasta el 10,3%, mientras que la deuda se disparará al 115,5% del PIB

El plan presupuestario que el Gobierno remitió anoche a Bruselas recoge una debacle económica como consecuencia de la crisis que ha desatado el coronavirus: según sus estimaciones, el Producto Interior Bruto (PIB) se desplomará un 9,2% este año, mientras que la tasa de paro se irá hasta el 19%.

Las cifras no alcanzan los peores escenarios dibujados por el Banco de España pero sí están en los niveles intermedios adelantados por el organismo, van más allá de la estimación que hizo el Fondo Monterio Monetario Internacional (FMI) y, en todo caso, dejarán la peor recesión de la historia moderna de la economía española. Y además, el Gobierno sostiene ahora que la recuperación será en V asimétrica, esto es, que en 2021 no se recuperará todo lo perdido. Así, la estimación del Ejecutivo es que el próximo año el rebote sea del 6,8% y que el empleo retrocederá al 17,2%.

El PIB, por lo tanto, no volverá a los niveles previos a la crisis y para contextualizar los datos del paro, la recesión provocará que este año se vuelva a las cifras de 2016, por lo que en apenas unos meses se destruirán todo el empleo creado en los cuatro años. Y la recuperación del próximo ejercicio sólo permitirá recuperar los niveles de 2017.

El nuevo cuadro macroeconómico contempla un descenso generalizado de todos los indicadores sin excepción. El consumo privado caerá un 8,8% este año; la inversión se desplomará un 25,5%; y tanto las exportaciones como las importaciones retrocederán en 2020, con una caída del 27,1% y del 31%, respectivamente. Esto provocará que el PIB nominal caiga un 10,1% este año, aunque se prevé que avance un 8,7% el próximo año.

Por ora parte, el Ejecutivo cifra en 138.923 millones de euros el impacto financiero de las medidas econonómicas puestas en marcha para paliar los efectos de las crisis sanitaria en el tejido productivo y en los trabajadores. En este caso ha sido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la que ha desglosado parte de estas iniciativas. En concreto, el coste global de las principales medidas de gasto sumaron 28.403 millones -1.400 millones de un crédito extraordinario para el Ministerio de Sanidad, 2.867 millones para actualizar las entregas a cuenta de las comunidades, 17.894 millones de gastos relacionados con ERTE o 1.355 millones por bajas laborales de aislamiento consideradas accidentes laborales. Además, ha cifrado en 17.894 millones la aportación para hacer frente a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y en 104.400 millones la aportación a las medidas de liquidez -incluida la línea de 100.000 millones del ICO para pymes y autónomos-.