Recetas de Semana Santa para disfrutar en familia durante la cuarentena

Con el confinamiento y la mayor disponibilidad de tiempo en casa, en muchos hogares se ha despertado el gusto por cocinar. Cada plato elaborado se convierte ahora en toda una fiesta que disfruta la familia al completo. Torrijas, leche frita, buñuelos, bacalao de mil maneras... os damos un montón de ideas para esta Semana Santa en casa.

En este artículo os recopilamos varias recetas propias del tiempo que vivimos, sencillas y asequibles a cualquier bolsillo y lo mejor de todo: sabrosas, nutritivas y saludables, pues aunque también hay alguna que otra fritura –dulce y salada- puede consumirse con moderación y sobre todo respetando los tiempos y la temperatura del aceite en el que se cocina. Indispensable es también el uso del papel absorbente, para que chupe ese exceso innecesario de grasa.

La cocina cuaresmal y de Semana Santa se caracteriza por cimentarse en dos pilares: ingredientes humildes y elaboraciones sencillas. Si hay un producto característico de esta época ése es el bacalao en salazón que protagoniza gran parte de sus platos salados. Ante la abstinencia de la carne,  en tiempos pasados el bacalao se convirtió en la mejor alternativa proteica de la Cuaresma. En España el bacalao en salazón era el único pescado que llegaba bien conservado hasta el interior de la península, a lo que  se sumó su versatilidad culinaria, que permitía elaborar numerosos platos con su carne.

Bacalao en salazón

A la hora de cocinar bacalao en salazón es imprescindible saber desalarlo correctamente, en caso contrario el exceso de sal puede arruinarnos cualquier plato. Los pasos para desalar son los siguientes: en primer lugar ponemos los lomos bajo el chorro de agua fría hasta quitar con la mano todo el exceso de sal. Después los cortamos en trozos que disponemos en un recipiente grande, donde añadimos agua fría hasta cubrirlos. Lo metemos en el frigorífico y cada ocho horas tenemos que sacar el recipiente  para cambiar el agua.  Por lo menos se requieren tres cambios de agua, excepto si los lomos son gruesos que quizás pueden necesitar hasta cinco o incluso seis. Finalmente eliminamos el agua y ponemos los trozos del pescado en un escurridor durante por lo menos un par de horas, para que acaben de soltar el agua restante. En este punto ya podemos utilizar el bacalao en cualquiera de las recetas que os mostramos.

Son numerosas las elaboraciones que posibilita el bacalao: bacalao al pil pil, vizcaína, confitado, bacalao al ajoarriero…. El bacalao es también protagonista de frituras como los buñuelos y las croquetas. Ver receta de buñuelos de bacalao Y en tortilla o en arroz caldoso (ver receta de arroz con verduritas y bacalao) también sale airoso. 

Buñuelos de bacalao

Aunque si hay un puchero que caracteriza la Cuaresma y la Semana Santa es el potaje de vigilia. Garbanzos, espinacas y bacalao, integran el popular guiso, cuya receta os facilitamos. Eso sí hay tantas recetas de potaje como madres así que seguramente ésta que os mostramos no es al cien por cien fiel al de vuestra progenitora, ¡aunque sí igual de válida!. Ver receta de potaje de vigilia.

Potaje de vigilia

Junto al bacalao hay otra gran protagonista: la torrija, que pertenece a los llamados “dulces de sartén”, esos postres cuaresmales tradicionales y contundentes que suelen constar de una masa frita en abundante aceite y cubierta de algún endulzante: azúcar, miel, almíbar, canela…  La receta de torrijas que recopilamos es tradicional, como se ha hecho toda la vida: con pan duro del día anterior, huevos, leche y frita en abundante aceite. Sin embargo, hoy en día podemos encontrarla elaborada a partir de infinidad de masas (brioche, sobao, bizcochos varios…) y con multitud de aderezos (frutas, mermeladas, cremas…). Ver receta tradicional de torrijas.

Torrijas tradicionales

Otros dulces típicos que puedes preparar en casa y que te facilitamos las recetas son:

- receta de floretas
- receta de leche frita
- receta de huesitos de San Expédito
- receta de rosquillas fritas

Pero tampoco podemos olvidarnos de la cocina cuaresmal y “semanasantera” de otros países, como la Fanesca ecuatoriana o los romeritos que utilizan en México para sus pucheros y tortillas de Cuaresma. Por no hablar de dulces europeos como el Osterlamm, un bizcocho alemásn con forma de cordero, o el Mazurek polaco. Ver platos de cuaresma y Semana Santa de otros países