Los Juegos Olímpicos: Una oportunidad para degustar la cocina francesa

Con la llegada de los Juegos Olímpicos a París, la ciudad muestra al mundo no solo su destreza en la organización de eventos deportivos, sino también su riqueza culinaria. Descubre aquí los sabores más emblemáticos de Francia mientras disfrutas del espíritu olímpico.

Los Juegos Olímpicos no solo son una celebración del deporte, sino también una oportunidad para disfrutar de la rica cultura de los países anfitriones. Francia, con su destacada tradición culinaria, ofrece una experiencia gastronómica que complementa perfectamente el ambiente festivo y multicultural de este evento global. 

¡Estos son los platos que no te puedes perder! 

1. Croissants y Pain au Chocolat: El clásico desayuno francés

No hay mejor manera de comenzar el día que con un croissant recién horneado. Esta delicia de hojaldre es crujiente por fuera y suave por dentro, y su sabor a mantequilla es simplemente irresistible. Si eres amante del chocolate, el pain au chocolat es una variante deliciosa que no te puedes perder.

2. Quiche Lorraine : Receta clásica de la región de Lorena 

Este pastel salado se elabora con una base de masa quebrada que se llena con una mezcla de huevos, crema y trozos de tocino ahumado. La combinación de estos ingredientes crea una textura cremosa y rica, con un equilibrio perfecto entre los sabores salados del tocino y la suavidad de la crema. Es un plato versátil que puede servirse caliente o frío. 

3. Boeuf Bourguignon: Estofado de Borgoña

Este plato se elabora con carne de res cocida a fuego lento en vino tinto, junto con zanahorias, cebollas, champiñones y panceta. El largo tiempo de cocción permite que los sabores se mezclen perfectamente, resultando en una carne tierna que se deshace en la boca. Es un plato que refleja la profundidad y sofisticación de la cocina francesa.

4. Croque-monsieur: Clásico sándwich parisino

Su nombre, que significa "señor crujiente", refleja su característica textura dorada y crujiente. Este delicioso bocado está compuesto por pan de molde, jamón cocido y queso gruyère, todo ello gratinado hasta que el queso se derrite y burbujea. A veces, se añade una capa de bechamel para un toque extra de cremosidad. El croque-monsieur se ha convertido en un icono de la cocina francesa, conocido por su sencillez y sabor reconfortante.

5. Soupe à l'oignon: Plato tradicional 

Originalmente la sopa de cebolla, era una comida humilde consumida por campesinos debido a la disponibilidad y bajo costo de los ingredientes: cebollas y pan. Sin embargo, a lo largo de los siglos, se ha refinado y popularizado, especialmente en París. La versión moderna, se elabora caramelizando cebollas en mantequilla, luego se cocina a fuego lento en un caldo, y se sirve con rebanadas de pan tostado cubiertas con queso gruyère gratinado. Este plato es apreciado por su rico sabor y textura reconfortante, convirtiéndose en un clásico reconfortante de la gastronomía francesa.

- Receta sopa francesa de cebolla

6. Coq au vin: Esencia francesa

Este guiso de pollo se cocina lentamente en vino tinto, acompañado de champiñones, panceta, cebollas y hierbas aromáticas. Originario de la región de Borgoña, el Coq au Vin destaca por sus sabores profundos y suculentos. Es un plato perfecto para una cena reconfortante después de un día lleno de actividades, proporcionando una experiencia culinaria rica y satisfactoria.

7. Ratatouille: Icono de la región de Provenza

Este plato colorido y nutritivo es una oda a los productos frescos y de temporada, como berenjenas, calabacines, pimientos y tomates. Las verduras se cocinan lentamente con hierbas de la Provenza, como el tomillo y el romero, lo que resulta en una combinación de sabores intensos y armoniosos. La ratatouille puede servirse como plato principal, acompañamiento o incluso fría como antipasto. Es una opción perfecta para quienes buscan una comida saludable y llena de sabor.

- Receta Ratatouille