Vinos Esperanza Rodríguez Alonso, todo mejora en familia

Cinco años después de su creación, Vinos de calidad Esperanza Rodríguez Alonso, sigue abanderando la calidad y el buen hacer en todos los aspectos de su empresa. Apostando por su crecimiento y desarrollo, pero sin descuidar los pilares fundamentales que orquestaron su éxito inicial.

La distribuidora Vinos de calidad Esperanza Rodríguez Alonso, comenzó su andadura en solitario hace más de cinco años capitaneada por Esperanza Rodríguez, quién da nombre a la marca y que, tras 12 años en el negocio de la hostelería, decidió hacerse un sitio en el sector del vino. Haciendo gala de un admirable esfuerzo y sacrificio consiguió su objetivo, proclamándose como estandarte de mujer emprendedora. 

Sin embargo, como a ella misma le gusta recordar, esta labor no habría sido posible sin la inestimable ayuda de su hijo, Jesús Álvarez, con quién ha realizado desde la gestión y organización de la empresa, hasta el reparto, la venta y el marketing. La complicidad y confianza que han depositado el uno en el otro fueron artífices del triunfo para su nueva apuesta comercial. Así como la depositada en ellos por sus antiguos clientes, que siguieron contando con ellos aunque cambiase el producto, debido a la buena experiencia comercial que habían compartido desde el inicio de su relación laboral.

Ahora su apuesta ha florecido y cuentan con una cartera de clientes que crece año tras año y a los que ofrecen un amplio catálogo plagado de caldos exquisitos procedentes de bodegas con nombre propios como Santalba, Hijos de Félix Salas, San Mamés, El Lagar de Isilla, Viña Puebla Pagos de Negredo, Valdeviñas, Quinta Esencia, Nexus, Gardet, Viña Costeira o Legado de Orniz, entre otras. Catálogo disponible no sólo al por mayor si no también de venta a particulares con servicio de envío gratuito, concertable vía telefónica. 

Es evidente que la familia ha ido en aumento con el tiempo, ya que como nos recuerda la propia Esperanza, desde Vinos Esperanza Rodríguez Alonso no se cierran a trabajar con nadie siempre que sus máximas sean trabajar bien y con buen vino.