La RAE amplía su léxico gastronómico con nuevos términos

La Real Academia Española ha dado un importante paso adelante en su versión más reciente, incluyendo términos gastronómicos como 'barista' y 'tabulé', entre otros, que enriquecen el vocabulario de chefs y amantes de la cocina por igual. ¡Te lo contamos!

La Real Academia Española (RAE) ha dado un paso importante en la actualización de su Diccionario de la lengua española, incorporando un total de 4.074 novedades en su versión electrónica. Esta actualización, como bien informo su director Santiago Muñoz Machado, incluye nuevos términos, además de variaciones, rectificaciones y supresiones de artículos existentes, reflejando así la evolución constante de nuestro idioma y su adaptación a los tiempos modernos.

Nuevos términos gastronómicos en la RAE

En un mundo donde la gastronomía se ha convertido en un fenómeno cultural de gran relevancia, la RAE ha decidido añadir una serie de palabras que enriquecen el vocabulario culinario. Entre las nuevas palabras que ahora forman parte del diccionario, encontramos:

Barista: 1- Persona experta en preparar y presentar el café u otras bebidas elaboradas con el.
              2- Persona que atiende en un bar.

Frapé: Bebida que se prepara con hielo picado o se sirve muy fría.

Frapé

Infusionar: Reposar en agua hervida ciertos frutos o hierbas aromáticas para que se desprendan sus principios activos, su sabor y su aroma.

Tabulé: El plato de Oriente Próximo a base de sémola de trigo, tomate, cebolla y perejil.

 Tabulé

Umami: Dicho de un sabor intenso y sabroso, debido sobre todo al glutamato presente en algunos alimentos, como la salsa de soja o el queso.

Varietal: Vino o aceite que están exclusivamente elaborados, o en su mayor parte, con una sola variedad de uva o aceituna, respectivamente.

Wasabi: Raíz comestible de sabor muy picante, originaria de Japón.

Con estas adiciones, la RAE no solo valida el lenguaje que utilizamos en la cocina, sino que también celebra la diversidad cultural y la riqueza de la gastronomía. La incorporación de estos términos es un recordatorio de que el lenguaje está vivo y en constante cambio, y que cada uno de nosotros contribuye a su evolución.