Burguer King sigue utilizando grasas trans
Lunes, 2 de Julio de 2007
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Fuente: consumaseguridad.com
EEUU mantiene la actividad judicial para que determinadas empresas alimentarias se abstengan de usar las grasas trans o informen al consumidor de los posibles riesgos.
El pasado 16 de mayo de 2007 el Centro para la Ciencia en Interés Público (CSPI, en sus siglas inglesas) presentaba ante la Corte Superior del Distrito de Columbia, en Washington, una demanda civil contra Burguer King Corporation por el uso de aceites que contienen grasas parcialmente hidrogenadas. Las pretensiones de la demandante pretenden que Burguer King se abstenga de utilizar este tipo de sustancias en sus productos o que, en su defecto, informe al consumidor de los riesgos que representa su ingesta para la salud del consumidor. |
Antecedentes judiciales
Hace algunos años, la popular galleta Oreo fue llevada a juicio por considerar que entre sus ingredientes, no anunciados, figuraba uno, el ácido transgraso, que era potencialmente peligroso para la salud del consumidor. La demanda fue presentada ante la Corte Superior del Condado de Marin en San Francisco para que el tribunal decidiera prohibir la comercialización de tan popular galleta.
Algunas empresas de restauración rápida se han comprometido a eliminar las grasas trans de sus menús. La sospecha de que el aceite vegetal hidrogenado presente en su contenido podía ser peligroso para la salud otorgaba la base científica de la demanda, avalada, según refería el letrado, por las consideraciones de la Academia Nacional de Ciencias y la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA), y la opinión científica, que determinaban que su ingesta podía aumentar procesos inflamatorios y elevar la cantidad de colesterol y de grasa con potenciales obstrucciones arteriales, entre otros problemas.
La Ley californiana determinaba que los fabricantes eran responsables de la falta de información de sus productos si no hacían mención de los peligros que puede comportar su consumo. Al final se llegó a un acuerdo y finalmente la demanda fue retirada. La empresa aceptó la vía de advertir de los posibles riesgos de sus productos a los consumidores de forma voluntaria o bien de cambiar la formulación del producto.
En 2003, la organización Ban Trans Fat, con sede en California, presentó una demanda contra McDonald?s en respuesta a un anuncio publicado por una cadena de televisión el año anterior acerca de la progresiva retirada de los aceites hidrogenados en la elaboración de las patatas fritas.
La cadena de comida rápida estadounidense aceptó pagar 8,5 millones de dólares (unos 6,5 millones de euros) para evitar el juicio por la demanda relativa a la utilización de ácidos grasos insaturados (conocidos como trans fat o grasas trans) y la falta de información que recibe el consumidor sobre la misma. En virtud del acuerdo alcanzado, McDonald's tomó el compromiso de pagar 7 millones de dólares a la Asociación Americana del Corazón, destinada a financiar una campaña de sensibilización a los consumidores. Además, la compañía gastaría 1,5 millones más en informar sobre el estado de sus esfuerzos para retirar los trans fat de sus productos.
Una cuestión que no ha estado exenta de dificultades debido a las propiedades de estas sustancias en el negocio de la restauración rápida. La sustitución de las grasas utilizadas en el proceso presentaba ciertas complejidades. La compañía de comida rápida es una de las que se ha comprometido a eliminar dichas sustancias de sus menús o están planeándolo seriamente.
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