Los hosteleros murcianos buscan mil trabajadores

Fuente: laverdad.es

La falta de camareros y cocineros obligará a bares y restaurantes a retrasar el inicio de la temporada. Los estudiantes ya no quieren trabajar por el escaso sueldo y los horarios

A pocas semanas para que bares y terrazas de las playas cartageneras comiencen a trabajar a diario, los hosteleros no saben cómo se las van a ingeniar para encontrar el personal necesario para atenderlas. Los empresarios venían advirtiéndolo desde hace años, pero ahora anuncian que para esta campaña estival necesitan imperiosamente casi un millar de empleados y que muchos negocios corren peligro de no abrir si no los encuentran.

La voz de alarma la dio ayer el candidato a la presidencia de Hostecar, Salvador Villegas, que tras visitar decenas de bares y restaurantes ha visto cómo se hacen realidad los peores augurios de muchos empresarios que viven fundamentalmente de la campaña veraniega. Creen que este año puede ser la peor de la historia de la hostelería porque no saben dónde encontrar el millar de profesionales que necesitan.

«Es un mal que afecta a los hosteleros de toda la zona desde hace años. Necesitamos muchos empleados de cara al verano y, a falta de poco tiempo, no saben cómo lo van a hacer. Es difícil pero muchos empresarios ya han empezado a buscar en el extranjero para intentar solucionar el problema», afirmó Salvador Villegas, que es propietario de la franquicia de bares El Barril del Tapeo.

Los últimos sondeos realizados desde la patronal del sector señalan a los locales de la zona de La Manga y Cabo de Palos como los que mayores problemas tienen para encontrar mano de obra. Debido al gran aumento de turistas que hay en esa zona durante los meses de julio y agosto, los negocios necesitan reforzar de forma considerable sus plantillas.

«En mi local trabajan cinco personas y para tener una actividad normal necesitaría otras cinco. Tenemos muchos problemas y con la llegada del verano la situación se complica porque tenemos más clientes», explica Dolores Andreu, propietaria de la Bolera de Las Sirenas, en La Manga.

La incorporación de inmigrantes al mercado laboral hostelero se ha acelerado de forma espectacular en los últimos años. Por eso los empresarios han puesto su punto de mira en Europa del Este, donde creen que hay trabajadores capacitados para dar una solución rápida a su problema.

Profesionales extranjeros

De hecho, de cara a la próxima temporada estival, el déficit ha obligado a los empresarios a buscar personal de otros países a los que ofrecen, además del sueldo, comida y alojamiento. «Ellos lo ven como una experiencia nueva porque vienen con trabajo para dos meses y aprenden un idioma. Y a nosotros nos hacen un papel muy bueno porque solucionan el problema en una época fuerte», añadió Villegas.

En cambio, la opción tradicional de contratar estudiantes para los meses de julio y agosto es cada vez más escasa. Los jóvenes universitarios prefieren buscar otros trabajos temporales donde cobran más y trabajan muchas menos horas. Por eso, a muchos hosteleros no les ha quedado más remedio que poner a toda la familia detrás de la barra o frente a los fogones para mantener abiertos sus negocios.