La Asociación de Hosteleros de Santa Marta (Aesmar) no vive sus mejores momentos
Lunes, 22 de Octubre de 2007
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Fuente: Tribuna de Salamanca
La Asociación de Hosteleros de Santa Marta (Aesmar) no vive sus mejores momentos; de hecho, la Junta Directiva está en este momento descabezada y no hay un presidente que impulse a un colectivo que no engloba a más de 22 empresarios.
La ausencia de presidente y tesorero es la causa de que en este momento los socios, aunque paguen sus cuotas, no puedan hacer movimiento de cuentas, ni disponer de los fondos para organizar determinadas actividades.
Las asociaciones de Salamanca y Santa Marta tienen un vínculo jurídico, ya que el abogado que presta sus servicios a la primera, respalda jurídicamente también a la segunda, por lo que puede considerarse como un miembro de pleno derecho de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la capital, a la que se presta toda la ayuda necesaria en tan difíciles momentos. “Salamanca nunca ha dejado desamparada a Santa Marta, y seguiremos ayudando hasta ahora, aunque la situación es insostenible y hay que buscar una solución”, asegura Fernando Martín, asesor jurídico de la Asociación de Hosteleros de la capital, que también subraya el malestar y la desazón de los empresarios santamartinos, “que se sienten abocados al fracaso porque no pueden llevar a cabo iniciativas ni actividades de ningún tipo”.
Puestos al habla con algunos hosteleros de la localidad transtormesina, muestran su desesperanza y aseguran que “alguien tiene que tirar del carro y luchar para que el colectivo no desaparezca y, en última instancia, vamos a intentar asociarnos con la de Salamanca de forma individual”. En su próxima reunión los hosteleros de Salamanca llevarán este punto en el orden del día. Desde allí manifiestan que antes de tomar esa decisión “se deben intentar buscar nuevas alternativas”, aunque no rechazan la posibilidad de acoger a los empresarios de Santa Marta. “Está claro que en nuestro país hay una falta de conciencia del asociacionismo, pero quienes huyen de los colectivos no se dan cuenta de las múltiples ventajas que depara ser muchos en lugar de uno solo”, aseguran.
Santa Marta de Tormes, por su amplitud, tiene un gran volumen de establecimientos relacionados con la hostelería que conocieron sus mejores tiempos hace una década, cuando se fundó el colectivo, aunque desde hace unos años el asociacionismo comenzó a caer en picado, hasta el punto de que nadie en la actualidad quiere llevar la voz cantante. La última idea la resume el abogado de los hosteleros: Si no existiera una asociación, habría que crearla, pero ya que está formada, hay que intentar por todos los medios que se revitalice”.
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