Un delicioso banquete de palabras
Viernes, 8 de Marzo de 2013
|
Tarde gris y lluviosa la de ayer, perfecta para enfundarse la gabardina y las botas y, paraguas en mano, dirigirse a una de las actividades culturales que acogía nuestra ciudad. Es curioso pero hay días en los que parece que todo coincide a la misma hora y otros de los que la agenda parece haberse olvidado.
Isabel Bernardo, miembro Fundadora de la academia de Gastronomía de Salamanca, protagonizaba una conferencia teatralizada titulada la "Eroica de la cocina en la Guerra Penínsular" en el Palacio de Figueroa. Así que hasta allí me dirigí paseando mientras el clima me concedía una fugaz tregua. |
Las bien documentadas palabras de Isabel se complementaban con la “voz de la historia”, el actor José Ángel Pedraza, que caracterizado con la vestimenta de la época, aportaba dinamismo y colorido al discurso de la académica.
Me resultó fascinante descubrir una hasta ahora desconocida perspectiva culinaria de la guerra de la Independencia, donde destacaba la supremacía gala, que en 1810 ya contaba con dos mil refinados restaurantes en París. Los soldados napoleónicos pasaron hambre y mucha en nuestras tierras, y durante la contienda no les quedó otra opción que alimentarse de pastillas de carne concentrada, que disolvían en agua caliente para preparar sopa, y una especie de galleta que hacía las veces de pan. Por esta razón no dudaban en asaltar casas y pueblos, comiendo todo lo que encontraban a su paso. Parece ser que de ahí, según comentó Bernardo, viene el origen del cocido maragato, en el que se comienza comiendo las tajadas, después el garbanzo con las verduras y finalmente la sopa. De este modo si las tropas francesas aparecían en medio del almuerzo, al menos lo mejor del guiso ya se había paladeado.
La académica también habló de la cocina de España y muy particularmente de la de nuestra provincia. El pisto, la chanfaina, los embutidos, las lonjas de tocino, el pan, las patatas y el cocido formaban parte de la dieta de la época. Por aquel entonces la frontera salmantina con Portugal fue testigo de las batallas entre las tropas francesas y las inglesas, comandadas por el General Wellington. Curiosamente Wellington parece que fue un gran amante de la carne, que de hecho era lo único que demandaba a su cocinero. Tanta imaginación hubo de tener este chef que acabó siendo el autor de ese contundente plato que consta de solomillo envuelto en hojaldre, el solomillo Wellington.
También bastante tragón debió de ser Napoleón, que no poseía un paladar refinado, pues comía con el solo propósito de saciarse. El ragout y la morcilla con manzana eran sus platos predilectos, por no hablar de los bocadillos, que rellenaba con todo tipo de carnes y casquería.
En fin, que como nos demostró Isabel Bernardo hay historia gastronómica para rato y por ello espero que más pronto que tarde esta amante de la buena cocina, como he podido apreciar en varios almuerzos compartidos, nos vuelva a sorprender con una conferencia tan apetitosa como la de ayer.
Eva González Hernández
Directora de Hosteleriasalamanca.es
redaccion@hosteleriasalamanca.es
@evasalamanca
Comentarios
Dioni
Viernes, 8 de Marzo de 2013
Si señor, buena anécdota la del cocido maragato, a mi me habían contado que lo hacían al revés por que la única manera que tenían de calentarlo era con el caldo y por eso era lo último en comerse y lo más preciado. En todo caso queremos más historias de estas ;)
Andresin
Viernes, 8 de Marzo de 2013
Hola: La conoci a usted en madrid fusion...cual es su restaurante favorito?¿?¿? salu2
|
|||
|
|||
Compártelo |