Navidad dulce

Faltan apenas 48 horas para la entrada oficial en la Navidad, las calles de Salamanca están atestadas por miles de personas, que sonrientes y aparentemente felices recorren todos y cada uno de los comercios. Las más jóvenes abarrotan las franquicias de moda buscando con excitación el modelito que estrenarán en Nochevieja. Las carnicerías por su parte son el centro de operaciones de mujeres de mediana edad, que meditan con esmero el menú de Nochebuena. Las recién estrenadas mamás pasean con sus retoños por las peatonales del centro, disfrutando ya de su primera navidad como progenitoras, y las jóvenes cercanas a la

treintena, sin hijos ni "cargas" familiares como servidora, hacemos un poco de todo: acompañamos a nuestras madres a la carnicería, nos compramos alguna que otra prenda para lucir en las Fiestas, quedamos con amigas –algunas ya mamás- para reencontrarnos después de un atareado año, al mismo tiempo que consensuamos con nuestras parejas el reparto de festivos (nochebuena con tu familia, navidad con la mía, ¡¿nochevieja con todos?!…).

Reconozco que me gusta la Navidad y sobre todo sus semanas previas, esas en las que recuerdas la ilusión infantil con la que decorabas del árbol de Navidad justo el día en que daban comienzo las vacaciones del cole, la exhaustiva recolección de musgo y carbón por toda la ciudad, para dar el suficiente realismo al Nacimiento, la ansiosa espera de los Reyes Magos… Una ilusión que con los años se transforma, conquistando otras parcelas de la vida.

Es imposible disfrutar la Navidad de la misma manera que un niño, pero lo que sí es posible es encontrar la ilusión en esas pequeñas cosas que nos hacen sentir bien. Entre ellas se encuentra la comida, sí, sí habéis leído bien, la comida ¿por qué no?. La comida es vital, debemos entregarnos a ella por lo menos cinco veces al día, 35 a la semana, 1.700 al año… es un placer del que no podemos prescindir, entonces ¿por qué no ilusionarnos con ella en Navidad?.

Estoy deseando reunirme con familiares que quiero y a los que por distancia geográfica no veo desde hace meses, pero también estoy deseando preparar ese pudding navideño a base de pannetone, que aprendí a elaborar en uno de los programas televisivos de Jamie Oliver , o sorprender a una de mis amigas regalándole unas deliciosas galletas caseras decoradas con motivos navideños.
 
Tengo pendiente también una visita a las turroneras de la Plaza Mayor y otra a mi querida madre para diseñar el menú de nochevieja, en el que por supuesto participaré con alguna interesante aportación culinaria. También he puesto especial ilusión en la preparación de las cestas de navidad de la empresa, que este año tienen una importante influencia local, con vinos, quesos y embutidos de la provincia.

En www.hosteleriasalamanca.es nos hemos dejado contagiar por ese espíritu culinario navideño, y por ello hemos publicado varios artículos que tienen a la Navidad y su gastronomía como protagonistas, entre ellos un Recetario Navideño, con una quincena de originales recetas para sorprender, un Especial Celebraciones de Navidad, que recoge los menús de navidad de numerosos hoteles y restaurantes de Salamanca, y un divertido Decálogo de vinos, que nos enseña qué caldo escoger según la situación navideña que se presente.
 
Esperamos que todo ello os ayude a encontrar un sentido gastronómico a estas entrañables fechas. Os deseamos de corazón -y de estómago- unas Felices Fiestas.

Eva González Hernández
Directora General de Hosteleriasalamanca.es

¡Déjanos tu opinión en el espacio para comentarios!