Un día cualquiera en nuestra vida
Martes, 14 de Mayo de 2013
Hosteleriasalamanca.es /Por Juan Santamaría
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Llegó la Primavera y un mes de Mayo, como dice el dicho popular, “florido y hermoso”. Ya está aquí el tiempo que se supone mejor para nuestro oficio (HOSTELERÍA) y, posiblemente veamos ya nuevas caras en nuestros establecimientos: algunos turistas, Don “Fulano” que hacía tiempo no venía, alguna Comunión… Vemos que la gente tiene más ganas de salir, sentarse a tomar unas cañas, unos aperitivos, tal vez comer, puede que cenar… En definitiva todo parece tener otro color… |
Pero ocurre que algo está cambiando, sobre todo en las personas, sobre todo en mi persona. ¡Qué extraño! Debería sentirme satisfecho, debería impregnar mis horas laborales de una mayor energía, más ganas de ejercer mi profesión, más auto convencimiento de que sé hacer funcionar esto… Y no es así. ¿Qué ocurre?
¡Anda! Dijeron que la luz iba a bajar y el recibo viene más alto… Dijeron que estábamos en el principio del fin de la crisis y mis clientes traen menos dinero… ¿Otra manifestación? ¡Nos van a arruinar!
Llega el de la fruta y la verdura… ¡Voy! ¿Qué te debo? ¿Pero cómo? Ya han vuelto a subir las patatas, la coliflor… y además me cobras el perejil? El resignado repartidor se encoge de hombros… A mí que me registren.
Me llaman del banco… Si, ya sé que mañana me vence la hipoteca… ¿Qué no hay saldo? Tranquilo, lo habrá.
¿Otro restaurante que ha cerrado? ¿Quién es?... Ah, pues no sabía nada… ¿A quién dices que le dio un infarto?... ¡No me digas eso! Pero claro, con la que está pasando…
¡Jefe! ¿Qué pasa? Es para usted. Me pongo al teléfono… ¿Cómo? ¡No, no necesito nada. ¡Jefe! ¿Otra vez? No, la telefonía la tengo resuelta… No, no quiero cambiar… ¡Jefe! ¿Queeee? A ver, dígame… (Escucho) No, lo siento, no puedo colaborar con la abolición de la pena de muerte en Zambonia… ¡Oye, por favor! ¡No me paséis más llamadas!
¡Jefe! Que se ha terminado el ácido, Jefe, que mañana he de llegar más tarde, Jefe, que ha llamado “Fulanita” que se encuentra mala…Jefe, que no hay palillos, ¡Jefe Jefe. Jefe…!
Y llega la noche, y estoy agotado. A veces pienso lo difícil que es ser jefe, a veces me subiría a un avión y me iría para no volver… A veces… Pero hay una familia en casa. Mis hijos y mi mujer están orgullosos de mí, dicen que soy el mejor. Cuando llego me dan un beso, me preguntan… ¿Qué tal el día? Les contesto que bien, les miento, no lo saben, ha sido un día horrible… Pero aquellos besos de bienvenida compensan sobradamente tanto mal rato y tanta mala leche. A ver si consigo llevarles unos días a la playa, o al campo. A mi mujer le gusta el campo…
¡Jefe! ¡No estoy! Es la hora de estar con los míos y cumplo con mi deber. Mañana será otro día.
Juan Santamaría
Chef Director del Restaurante Cala Fornells
Tejares, Salamanca
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