Zapatero a tus zapatos

Esta puñetera crisis que está durando ya demasiado, entre otros efectos, va dejando nuestras calles desiertas de pequeño comercio, vaciando polígonos, desertizando oficinas bancarias y, es posible, que llenando las consultas de psicólogos y otros especialistas de la salud, física y mental. La somatización está ahí, es real. Efectos que se esperaban aunque sin demasiada credulidad.

Y ahora, viendo el panorama, lo fácil sería empezar a despotricar contra quienes lo tenían que haber previsto y que, pudiendo no les dio la gana o no supieron hacerlo. Allá ellos con sus conciencias y sus desapariciones del panorama político y por tanto forzosos y futuros ausentes de tanta ventaja y tanto boato. Yo me alegro.

Bien. El mal está consumado y sabemos que nos va a costar lo nuestro regresar a la normalidad pero… se impone una reflexión, dura pero necesaria. Solo un dato: En los tres últimos años han desaparecido cerca de 180.000 empresas en España. Catastrófico y, en demasiadas ocasiones, dramático.

Pero (y ésta es la parte reflexiva) es que en pleno siglo XXI no se entiende una mentalidad individualista como la nuestra, ese independentismo profesional provocador de tanto comercio o industria Infra posibilitados de éxito o viabilidad.

Exagerando el término, la típica “tienda de barrio” instalada en los bajos de la propia vivienda ya no tiene razón de ser y ese pequeño empresario, la mayoría de las veces indefenso ante la competencia de los grandes, víctima de su falta de especialización y recursos, debería meditar si en lugar de tanta penuria no le sería más provechoso un trabajo digno por cuenta ajena, un sueldo garantizado, unas merecidas vacaciones, etc. etc.

La España actual no puede seguir anclada en épocas ancestrales manteniendo la pequeñez de su propia evolución. Mirar al futuro es hacerlo “a lo grande”, y ahora, HOY MÁS QUE NUNCA, es necesario redescubrir aquello de que “el pez grande se come al chico”. Y ese pez enorme es la Europa moderna, la investigación, el marketing, la innovadora América del Norte, la productiva Asia, la automatización, la producción en cadena, etc. etc.

Siempre quedará, claro, un pequeño lugar para la artesanía, la especialización y la exclusividad, pero siendo ésta otra forma de arte, será precisa también una valoración adecuada sin que malas imitaciones condicionen su permanencia en el mercado.

Juan Santamaría
Chef Director del Restaurante Cala Fornells
Tejares, Salamanca

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