Cocina para niños

"No me gusta, no quiero más, no tengo hambre...” ¿Os suenan estas palabras? Hacer que los niños coman, y coman bien, a veces es una tarea que desespera a muchas madres y no sólo me estoy refiriendo a niños, niños sino también a adolescentes, jóvenes e incluso adultos que rechazan muchos alimentos. Por lo que aunque el curso se haya titulado Cocina para niños amos a hacer unas recetas apetitosas para cualquier edad. El cocinar para niños requiere un poco de paciencia e imaginación, en este curso vamos a aprender un montón de ideas para hacer que sus menús sean ricos y divertidos. PEQUEÑAS GRANDES IDEAS A veces comer es una cuestión más de aspecto que de sabor. Si una cosa no te entra por el ojo no te apetece comértela. Pues eso es lo que les pasa a los niños, que aún desconocen todos los sabores: frente a un pescado con cabeza y espinas o un potaje, se niegan en redondo sin haberlo siquiera probado.

Nuestra colabora Mª Pilar Martín Galilea

Aunque a veces se agote la paciencia, no se debe ceder a la tentación de darles de comer sólo aquello que les gusta o permitir que coman chucherías, comida rápida o bollería industrial. Piénsalo por un momento: ¿cuál es el motivo por el que les gusta tanto este tipo de comida? Por el aspecto, porque se ve muy fácil de comer y, por supuesto, por el sabor. Pero los sabores de la dieta mediterránea son exquisitos, sólo es preciso cambiar un poco la presentación y preparación de los platos para seducirles. Pruébalo, no te supondrá más trabajo. Además, en el súper también tienes un montón de productos sanos pensados para los más pequeños que pueden suponer una gran ayuda en la cocina.

¿Qué deben comer los niños?
De todo. Cuanto más variada sea su dieta más segura estarás de que toman todos los nutrientes que necesitan. Para que te hagas una idea, un niño debe tomar a diario:

1. Leche o productos lácteos. Lo ideal es entre medio litro a 7 dl. de leche
• (125 ml de leche equivalen a un yogur o a 20 gramos de queso)

2. Carne magra/ aves de corral/ hígado/ huevo o pescado
• (1 huevo equivale a 40 gramos de carne)

3. Pan/ cereales/ harina o galletas

4. Patatas/ arroz/ pasta o legumbres

5. Verduras y hortalizas

6. Frutas: 2 o 3 piezas, enteras o en zumo, al día

7. Aceite o mantequilla

8. Azúcares y dulces: unos 25 gramos al día

• Los niños deben hacer cinco comidas diarias, teniendo en cuenta que el desayuno y la merienda son muy importantes
• Es preciso acostumbrarlos a sentarse a la mesa a las mismas horas.
• El momento de la comida debe ser tranquilo y relajado y nunca conviene hacerlo frente al televisor.

NI CHUCHES, NI BOLLOS, NI FAST-FOOD

A menudo resulta difícil evitar que coman chucherías (fiestas de cumpleaños, amigos...), pero conviene explicarles que no son buenas para su crecimiento y desarrollo. En la medida de lo posible debes evitar que tus hijos tomen alimentos con calorías vacías, que les quitan el hambre y no les aportan los nutrientes necesarios para su desarrollo. Las golosinas y chucherías son alimentos que contienen muchas calorías pero no suficientes vitaminas o minerales. Sólo deberían comerlas en ocasiones especiales.

Es conveniente evitar el consumo de alimentos con grasas hidrogenadas (bollería industrial, margarinas, cremas de chocolate), perjudiciales para la salud. Los dulces, si puedes hacerlos en casa, mejor que mejor.

También debes ponerte firme frente a la comida fast-food. Las hamburguesas, perritos calientes, pizzas, sandwiches preparados (NO LOS HECHOS EN CASA) son cócteles de calorías y grasas saturadas importados directamente de la nefasta dieta americana. Como dice el dicho, “una vez a año no hace daño”... pero que no se convierta en algo habitual.

CUANDO SE NIEGAN A COMER

Un niño sin apetito o al que no le gusta nada puede acabar con los nervios de la mamá más paciente. Si éste es tu caso, relájate, normalmente estos niños no suelen tener problemas de salud pese a comer menos cantidad. Aunque estés a punto de echarle por encima el plato de sopa, no te alteres ni te enfades o se negará en rotundo a comer sólo por llevarte la contraria. Aquí tienes algunos consejos útiles para manejar a un niño inapetente:

• No le fuerces a comer si no tiene ganas o le dejes mucho tiempo frente al plato.

• No le felicites cuando coma bien, tu hijo debe saber que alimentarse es algo normal y necesario

• No cocines otra cosa para él: debe acostumbrarse a comer lo mismo que los demás

• No le llenes mucho el plato o se agobiará al ver tanta comida

• Nada de golosinas entre horas, como mucho, una fruta o un yogur

• No le castigues si no come o hables delante de él sobre el tema Sobre la alimentación de tu niño sólo debéis opinar su pediatra y tú. Si tu hijo está delgado pero sano, quédate tranquila

BONITO, RICO Y FÁCIL DE COMER

¿Qué odian los niños?:
Las espinas, los trozos duros de filete, los aliños en los guisos, los sabores fuertes, el hígado, las legumbres, los grumos...

A la hora de comer se lo tienes que poner fácil: primero que le entre por los ojos y después que sea fácil de masticar y tragar. Si además está rico, le habrás conquistado por el estómago y poco a poco le importará más el sabor de los platos que su aspecto.

Algunos consejos útiles:

1. Pescado: procura que no tenga espinas ni cabeza. Frito, en trocitos, o la plancha en filetes, es muy fácil de comer. Los calamares a la romana, la sepia a la plancha, las gambas “con gabardina”, los boquerones en vinagre y las brochetas suelen gustarles mucho.

2. Carne: ponle filetes pequeños o dásela picada (hamburguesa o albóndigas) o en trocitos para que no se le haga “bola”. El pollo puedes prepararlo a trozos, al “modo americano”, pero rebozado con pan y huevo, y frito en aceite de oliva. Las alitas y muslitos les encantan. Guisada, la carne es más fácil de masticar

3. Verduras: pónselas como guarnición en pequeñas cantidades y de colores que contrasten con el plato principal. Las espinacas, coliflor, brócoli... puedes camuflarlas con una bechamel casera y gratinarlas al horno con queso rallado. Si le gusta el puré de verduras, aprovecha para echar de todo. Para que no se agobie, ponle un tazón en lugar de un plato.

4. Leche: aquí lo tienes más fácil, ya que puedes darle yogures o queso. La leche con cacao nunca falla. Otro recurso muy apetitoso es prepararle batidos con leche y frutas, que él elija las que quiera

5. Fruta: si le cuesta mucho, dásela ya pelada, partida en trocitos o en gajos e incluso triturada con leche. Utiliza la imaginación: combina colores, dibuja una cara o dale un cuenco con frutas pequeñas. Los zumos son una alternativa que no falla, pero deben ser caseros y tomarlos recién preparados para que conserven todas sus vitaminas.

6. Sopas: Es fácil hacerlas apetitosas: hay múltiples tipos de pasta de diferentes formas y colores, muy divertidas. Además, les puedes añadir trocitos de pescado o huevo picado y convertirlas en un plato completo y único.

7. Guisos, potajes y legumbres: procura colarles los aliños (trozos de ajo, cebolla, pimiento...) para que no les dé “fatiga” comerlos. Las legumbres puedes dárselas en puré y como acompañamiento de algo que les guste mucho. Por ejemplo: puré de lentejas con salchichas o una tortilla

8. Útil idea: la pasta es uno de tus mejores aliados. A los niños le encanta y es un alimento sano y energético. Combinada con atún, carne picada, queso, verduras, aceite de oliva.. puedes convertirla en un plato único que aúna hidratos de carbono y proteínas, a las que puedes sumar calcio, vitaminas y minerales con un yogur y una fruta.