Tarta Sacher o Sachertorte

Lunes, 23 de Abril de 2007

Después de lo sucedido en clase con una tarta Sacher he querido hablar sobre ella en mi tercer artículo para este Portal de Internet.

Esta sobria tarta elaborada con chocolate, mermelada de albaricoque, mantequilla, huevos, almendra molida, azúcar, un ligero toque de canela y una deliciosa cobertura final, que no lleva decoración ninguna, salvo el elegante brillo del chocolate y su sencillo nombre puesto con cornete en un tono ligeramente más oscuro o más claro de cobertura, o bien si es la “original”, porta el sello del Hotel Sacher de Viena sito en la Philharmonikestraße y que se suele servir con una roseta de nata montada sin azucarar y un buen café al gusto, es uno de los grandes dulces creados por un joven aprendiz.

Se trata de un goloso capricho más propio de meriendas y atardeceres que de final de comidas, a no ser que, como sucede hoy en día, se “deconstruya” presentándose como postre en una forma que dista mucho de ser una deliciosa Sacher, convirtiéndose entonces en el antojo del cocinero de turno.

En algunas recetas la mermelada o confitura utilizada como relleno es de fresa o frambuesa, pero el auténtico, y en eso coinciden todas las recetas, es de mermelada de albaricoque. No es preciso decir que cuanto más calidad tengan los productos utilizados en su elaboración mejor será el resultado final de esta deliciosa, sencilla, elegante e histórica tarta austriaca.

SU HISTORIA
Se cuenta que fue elaborada por primera vez por Franz Sacher a comienzos del año 1832 para el Príncipe Klemens Lotear Wensel Metternich (1773-1859), creador de la Santa Alianza entre Prusia, Austria y Rusia (el citado príncipe negoció el matrimonio entre María Luisa de Austria con Napoleón), que en un momento de deseo compulsivo pidió al chef que creara para él una tarta nueva. El pánico se adueñó de todo el equipo de cocina: la realización debía estar a la altura de tan ilustre personaje y fue, como sucede en muchas ocasiones, un simple aprendiz de cocina de 16 años de edad, Franz Sacher, el que se atrevió a crear una tarta con los ingredientes de que disponía en aquel momento.
La aprobación del canciller llevó a la fama y a la prosperidad al joven emprendedor. Y así comenzó a encontrarse poco a poco en cafés, confiterías y restaurantes de Viena, obteniendo un éxito inmediato, traspasando sus fronteras y llegando hasta nuestros días.

Su hijo Eduardo en 1876 abrió un gran hotel y con su esposa Anna llegaron a crear una cadena famosa hasta su muerte en 1930. Por razones desconocidas, aunque seguramente familiares, Franz vendió su receta original a los Demel que eran dueños de un café de lujo en el ‘Kohlmarkt’, mientras que el hijo para su Hotel Sacher en la Philharmonikestraße recreaba otra tarta llamándola ‘Original Sachertorte’ y los Demel la actualizaban con el nombre de ‘Demel Sachertorte’. Existen por tanto algunas diferencias en las elaboraciones de las numerosas recetas que circulan por el mundo. La que aquí dejo es realmente deliciosa y si alguien lo quiere reto a cualquiera a ver quien elabora la tarta Sacher más exquisita.

También en este artículo agrego dos vínculos para que podáis visitar cómodamente el hotel Sacher y la confitería Demel dos de los grandes establecimientos vieneses donde degustar la Sachertorte

www.demel.at/en/
www.sacher.com/sacher/HotelSacherWien

Espero que os gusten.

RECETA

TARTA SACHER
Ingredientes: (para 6-8 personas)

Para el bizcocho:
6 huevos
150 gr. de cobertura negra
65 gr. de harina
150 gr. de mantequilla
150 gr. de azúcar
65 gr. de almendras molidas muy finas
1 cucharada de postre de levadura en polvo (Royal) *
un pellizco de sal
un pellizco de canela molida
Para el relleno y la cobertura:
1 bote de mermelada de albaricoque
300 gr. de cobertura negra
100 gr. de mantequilla
1 dl. y ½ de nata líquida

Preparación: Para hacer el bizcocho se bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté espumosa, entonces se agregan las yemas de los huevos y se bate de nuevo. Seguidamente se agrega el chocolate fundido y luego la harina tamizada mezclada con la levadura y la almendra molida. Por último se añaden con cuidado las claras montadas a punto de nieve con un pellizco de sal. Con esta preparación se llena un molde redondo engrasado y se hornea a 180º C durante 30-40 minutos o hasta que al pincharlo con una aguja, ésta salga limpia. Se desmolda se deja enfriar sobre una rejilla y cuando esté frío se corta en tres discos. En dos de ellos se pone una fina capa de mermelada de albaricoque, se reconstruye el bizcocho y se reserva. La cobertura se hace fundiendo el chocolate al baño María con la nata líquida y la mantequilla. Una vez fundido se glasea la tarta, alisando la superficie y dejando que se seque. Una vez seca la superficie se funde un poco de cobertura, se realiza un cornete o cucurucho con papel y se pone con bonitas letras el nombre de la tarta “Sacher”

*Es lo que profesionalmente se llama impulsor pues no es levadura sino un preparado químico o gasificante


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