Elaborar la salsa de tomate:
Pelar el ajo y retirar el germen para que no repita, filetear y dorar ligeramente a fuego bajo en una cazuela con aceite de oliva. Añadir los tomates y la cucharadita de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate. Machacar con un tenedor los tomates y dejar alguno entero. Dejar freír a fuego medio-bajo durante 25 minutos, hasta que quede una salsa densa. Salpimentar al gusto, partir las hojas frescas de albahaca con la mano ligeramente y añadirlas a la salsa, quitar el fuego, tapar la cazuela y dejar que durante 5 minutos la albahaca suelte todo su aroma con el calor residual. Reservar la salsa.
Cocer los espagueti:
Poner una cazuela profunda con agua a calentar, añadir sal. Cuando comience a hervir se echan los espagueti enteros (¡sin partir a la mitad!). Aunque quede parte de la pasta fuera del agua, no pasa nada pues cuando comiencen a hacerse irá bajando sola hasta sumergirse por completo. Dejar cocer y cuando estén al dente colar y añadir un chorrito de aceite virgen en crudo para evitar que se peguen.
Hacer los boquerones rebozados:
Mientras se hace la pasta, se pone una sartén con abundante aceite de oliva virgen a calentar. Se salpimentan los boquerones, se rebozan en harina y después en huevo batido. Cuando el aceite esté caliente se van friendo los boquerones a fuego medio, dejándolos doraditos, no demasiado tostados. Se dejan escurrir en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.
Mezclar la salsa de tomate con los espagueti y emplatar, disponer cinco boquerones por comensal y espolvorear con un poquito de albahaca fresca y aceitunas negras fileteadas y ¡listo!.