Para la masa:
Ponemos toda la harina en un bol grande y, poco a poco, removiendo continuamente con una cuchara de madera, vertemos el agua.
Cuando hayamos terminado de incorporar todo el agua, amasamos hasta que la masa se separe de las paredes y la base del bol. A continuación, sacamos la masa a una superficie ligeramente enharinada, y seguimos amasando hasta que esté perfectamente lisa, transcurridos unos diez minutos.
Volvemos a colocar la masa en el bol y la cubrimos con un paño húmedo y, a continuación, tapamos el bol con papel film. Dejamos reposar durante un mínimo de dos horas y un máximo de cinco.
Transcurrido este tiempo, volvemos a amasar de tres a cinco minutos, y dejamos que repose, como mínimo, 30 minutos. Mientras tanto, preparamos el relleno.
Para el relleno:
Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de girasol. Cuando esté caliente, doramos el ajo y la cebolleta. Retiramos del fuego.
Por otro lado, ponemos la carne picada en un bol amplio y le añadimos el ajo dorado (y triturado), la cebolleta pochada, la salsa de soja, el aceite de sésamo, el jengibre y el azúcar moreno. Removemos bien hasta que todos los ingredientes se mezclen.
Para formar los dumplings:
Enharinamos ligeramente la superficie de trabajo y cogemos un tercio de la masa (el resto, la dejamos tapada con un paño humedecido).
Con ese pedacito de masa, formamos un churro de un grosor de tres centímetros. Y cortamos doce trocitos iguales. Los enharinamos por todas partes, pero de uno en uno.
Volvemos a enharinar la mesa de trabajo, y aplastamos con la mano cada pequeño trozo de masa, y le daremos forma de disco de 7 centímetros de diámetro con la ayuda de un rodillo. Procuraremos que el centro sea más grueso que los bordes. Es recomendable hacer este paso lo más rápido que podamos porque es fácil que la masa se seque al contacto con el aire.
A continuación, rellenamos los discos de masa con una cucharada de relleno que colocaremos en el centro, y pincelamos ligeramente los bordes con un poquito de agua. Cerramos la "empanadilla" como si se tratase de un saquito. Apretamos bien con las yemas de los dedos para que no se salga el contenido.
Colocamos los dumplings sobre una vaporera de bambú -cuya base habremos cubierto con hojas de lechuga-. Procuraremos dejar sufienciente separación entre los saquitos de masa, ya que podrían pegarse los unos a los otros. Dejamos que se cocinen con el vapor del agua hasta que la masa esté blandita, después de unos 15 o 20 minutos.
Para la salsa:
Mezclamos en un pequeño cuenco la salsa de soja con la miel. La servimos como acompañamiento de los dumplings.