Templar 20 ml del agua templada en un vaso al microondas, agregar la levadura y mezclar bien.
En un bol amplio poner la harina, el resto del agua templada y el agua del bote de aceitunas (si es menos de 30 ml completar con agua hasta la medida). Añadir la mezcla anterior de la levadura y el aceite de oliva. Incorporar bien todo. Amasar con las manos.
Dejar reposar durante una hora tapado con un paño húmedo.
Pasado ese tiempo, añadir la cucharada de orégano, la sal y las aceitunas picadas. Amasar de nuevo bien hasta que la masa quede en una bola bien integrada.
Precalentar el horno a 220ºC.
Hacer bollitos, del tamaño de un puño y colocarlos en una bandeja de horno sobre papel sulfurado. Pincelarlos con una pizca de aceite y con ayuda de unas tijeras hacer dos cortes en la superficie en forma de cruz.
Meter al horno precalentado y bajarlo a 190ºC, hornear durante 40 minutos.
Al sacarlos colocar sobre una rejilla para que se enfríen y así estarán jugosos y crujientes por fuera durante un par de días.
Conservarlos en una lata hermética, durarán hasta 4 días.
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