En primer lugar, abrimos en dos mitades el verdel, a continuación, sacamos los lomos del pescado ayudándonos con la punta de una cuchara, sujetándolo por la cola.
Picamos la carne muy finamente y la introducimos en un bol. Reservamos.
Troceamos la mitad de la cebolleta muy finamente, la sofreímos y la añadimos al bol del pescado. Hacemos lo mismo con el diente de ajo y el perejil y lo añadimos con los demás ingredientes. Por otro lado, pondremos también un poco de miga de pan empapada en leche para darle consistencia. Por último, vertemos un batido al bol mezclándolo con el resto de los ingredientes, obteniendo una masa que dejaremos reposar en la nevera un par de horas.
Transcurrido este tiempo daremos forma a las albóndigas y las rebozaremos en harina con la ayuda de un vaso y una cuchara para calcular la medida.
A continuación, freímos las albóndigas en abundante aceite de oliva. Cuando estén doradas las retiramos y las reservamos.
En ese mismo aceite elaboraremos la salsa verde. Sofreímos media cebolleta y medio diente de ajo picado que añadiremos cuando la cebolleta esté más o menos hecha.
A continuación, echamos una cucharada sopera de harina, lo rehogamos sin que se queme a fuego moderado. Añadimos perejil finamente picado para que se rehogue con la harina. Añadimos, medio vaso de vino blanco, esperamos un par de minutos a que se evapore el alcohol y después, la cantidad de agua deseada o caldo de pescado si disponemos de ello (no hacer la salsa muy espesa, ya que al introducir las albóndigas engordará la salsa.
Por último, una vez preparada la salsa introducimos las albóndigas y las dejamos cocinar durante unos tres minutos a fuego lento.
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