Poner a calentar el horno a 180º, arriba y abajo. Preparar el molde a utilizer engrasandolo con mantequilla y forrándolo con papel de hornear. Reservar.
En un bol tamizar la harina, el bicarbonato, la canela y la sal y reservar aparte.
En otro bol, o en el robot de cocina, batir el azúcar, el aceite y la vainilla, mezclar muy bien.
Sin parar de batir, añadir los huevos de uno en uno y mezclar hasta que resulte una crema esponjosa y clarita. Añadir a la mezcla anterior la piña triturada, el puré de plátano, el coco y las nueces bien picadas. De nuevo ligar toda la masa.
Por último añadir la harina que habiamos reservado y batir durante unos 3 minutos para integrar.
A continuación, volcar la mezcla en el molde, bien repartido y hornear a 180ºC durante unos 50 minutos. Hay que comprobar con un palillo que se haga perfectamente por dentro, dependerá del tamaño del molde y del horno.
Dejar enfriar sobre una rejilla colocados al revés y reservar para el montaje de la tarta.
Para la crema de queso dulce
» 200 grs de crema de queso a temperatura ambiente
» 2 cucharaditas de extracto de vainilla puro
» 150 grs de mantequilla sin sal, cortada en trozos, a temperatura ambiente
» 100 grs de azúcar glas tamizada
Batir el queso crema junto con la vainilla hasta que esté suave y cremoso, aproximadamente unos 2 minutos.
Sin dejar de batir, añadir la mantequilla a trozos hasta que se incorpore totalmente.
Reducir al mínimo la velocidad de batido y agregar poco a poco el azúcar hasta que finalmente la mezcla está muy blanquecina y cremosa.
Ya tenemos lista la cobertura. Hay que usarlo sobre la tarta antes de que se enfríe mucho, puesto que endurece y no manejará igual de fácil que si está templado.
Para las flores de piña desecadas
» 1 piña fresca
Precalentar el horno a 170º y forrar una bandeja con papel de hornear.
Pelar la mitad de una piña (o más si quereis poner más adornos) y quitar con mucho cuidado en redondo todos sus "ojos". ESto hará que queden rodajas suaves y con una forma de flor peculiar.
Cortar rodajas finas y colocarlas sobre el papel de horno.
Hornear hasta que se nos van quedando secas, aproximadamente unos 20 minutos por un lado y 20 minutos por otro.
A la mitad de cocción, después de 10 minutos, cubrir con papel de horno o aluminio, para que no se nos doren demasiado los bordes. Interesa que se vayan secando, pero no queremos que se nos quemen los bordes, hay que vigilarlo.
Por último, sacar las rodajas aún calientes y colocarlas sobre una bandeja para magdalenas, unos ramequin, vasos bajos o similar. Lo que se busca es que al enfriarse adopten una forma de flor, con el centro abajo y los petalos hacia arriba. Dejamos enfriar completamente.
Montaje de la tarta
Para finalizar, abrir nuestro pastel al medio y rellenar con la crema de queso.
Repartir bastante cantidad, desde el centro hacia fuera, y sin llegar a los bordes, dejar al menos un par de centrímetros de espacio. Colocar la tapa superior y cubrir todo el pastel por fuera con la crema y con ayuda de una espatula.
Decorar por encima con las flores de queso y dejar enfriar totalmente.
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