Para preparar la pasta fresca podemos hacerlo a mano o con ayuda de algún robot de cocina.
Poner la harina en el vaso de la batidora o en un bol y añadir el agua templada y un huevo batido levemente. Amasar bien hasta que todo esté integrado, el tiempo dependerá de si se hace a mano o con batidora, unos minutos.
Por último se añade la sal y se hace un amasado de unos 5-7 minutos para formar una bola de masa suave y compacta. Colocarla en un bol tapada con un paño húmedo y dejar reposar durante 20 minutos.
Mientras tanto, se prepara la salsa de chocolate para acompañar, para ello se funden al baño maría los 100 g de chocolate. Añadir la nata líquida y remover bien para integrar todo. Reservarlo.
Después del reposo vamos a formar pequeñas bolas de la masa, mas o menos del tamaño de una nuez. Espolvorear una superficie de trabajo con maicena y con ayuda de un rodillo estirarlas para que nos queden bien finas. La masa es resistente, por lo que es bastante fácil.
Con ayuda de un cortapastas redondo o de un cuchillo cortamos un círculo de la masa para formar la empanadilla wonton, que nos quede bien la forma y las reservamos sobre papel sulfurizado.
A continuación se rellenan del siguiente modo:
Se coloca una cereza deshuesada en el centro de cada oblea de pasta, y añadimos un par de pepitas de chocolate. Cerramos bien la masa con los dedos y humedeciendo un poco los bordes para sellarlo.
Preparamos una sartén con abundante aceite caliente y vamos friendo los wonton de uno en uno o dos como mucho durante unos 25-30 segundos, lo justo para que quede dorado por fuera, pero que no se queme. Los sacamos a un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Para preparar el plato, poner en el fondo unas bolas de helado de vainilla, encima colocar 3 empanadillas wonton por persona, regar con la salsa de chocolate reservada (que podemos templar para que esté más buena) y por último adornar con un poco de chocolate blanco rallado.
Un plato sorprendente y un postre espectacular sin duda.
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