Introducir en una una cazuela grande medio pollo, cubrir con agua. Añadir las verduras limpias y enteras, excepto la zanahoria que se trocea. Llevar a ebullición, y retirar toda la espuma que fluya a la superficie. Añadir los granos de pimienta y una cucharada de sal gruesa.
Cocer a fuego lento durante aproximadamente una hora y media, hasta que se vea que las verduras están cocidas y que el pollo se separa con facilidad del hueso. También puede utilizarse una olla a presión, en este caso la cocción apenas llevará 45-50 minutos.
Lo ideal es preparar el caldo de un día para otro para que así repose en nevera, coja más sabor y además pueda retirarse con facilidad la capa de grasa que se forma en su superficie, pero si no se tiene tiempo puede hacerse la sopa el mismo día que se ha prepardo el caldo.
Colar el caldo y reservar las verduras y la carne de pollo para otra preparación (puré de verduras, croquetas de pollo, enchiladas...).
Echar el caldo en una cazuela, llevar a ebullición y añadir los raviolis, dejar que se cuezan a fuego medio el tiempo que indique el fabricante. Probar el sazonamiento por si es necesario añadir más sal. Servir la sopa en cuencos individuales, espolvorear con queso parmesano rallado y cebollino fresco picado. ¡Listo!.
*Ésta es una sopa que gusta mucho a los más pequeños y además es plato único!