José Antonio Galante: vayamos tranquilamente a comer fuera estas fiestas pero avisemos con tiempo

Fuente: Hosteleriasalamanca.es
  Por Eva González

Nos encontramos en una fechas "peligrosas" para nuestros bolsillos, una época del año en la que no se escatima en gastos y en la que ponemos especial "ilusión" en llenar el carro de la compra y en costearnos numerosas salidas para cenar con la pareja, tomar un chocolate con churros con los amigos, almorzar con la familia... Cualquier excusa vale con tal de celebrar la Navidad como se merece.

Las superficies comerciales y los establecimientos de hostelería se llenan hasta la bandera pero no por ello los derechos del consumidor varían. La calidad del producto comprado en un hipermercado o el servicio ofrecido por un camarero en un restaurante deben cumplir unos requisitos y expectativas, al igual que en cualquier otro momento del año. De todo ello nos ha hablado José Antonio Galante, Presidente de UCE Salamanca (Unión de consumidores de España), quien anima a salir tranquilamente a cenar fuera, aunque eso sí "siempre avisando primero al establecimiento ya que aunque se trate de lugares regentados por conocidos, no podemos ponerlos en un compromiso".

José Antonio Galante, Presidente de UCE Salamanca

A la hora de comprar en estas fechas productos alimentarios, ¿qué es lo fundamental a tener en cuenta?
Lo imprescindible es hacer un presupuesto detallado de cuánto nos queremos gastar y en qué, teniendo en cuenta la cantidad de invitados que vamos a tener en casa y el tipo de menús que les queremos preparar. Cada día las campañas publicitarias son mejores y todo entra por los ojos, cada vez que nos acercamos a una gran superficie vamos a por una barra de pan y salimos con el carro lleno.

Debemos estar especialmente atentos al producto fresco

Hemos adquirido un producto que parecía tener un aspecto estupendo, pero cuando llegamos a casa vemos que no está en buenas condiciones... Para evitar esto debemos tener en cuenta que la calidad alimentaria tiene un precio, por ello debemos desconfiar de las rebajas o gangas en alimentación, excepto que se trate de la promoción de un producto, aunque siempre hay que mirar claramente la fecha de caducidad, etc. Si a pesar de haber tomado todas esas precauciones, cuando llegamos a casa nos damos cuenta de que ese producto no está bueno, inmediatamente hay que hacer la reclamación correspondiente. Deberíamos acudir producto en mano al lugar donde nos lo han vendido en donde por lo general, no nos van a poner pegas a la hora de devolvernos el dinero y tomar debida nota del mismo.

¿Cree que compensa dedicar algún tiempo a comparar precios entre los diferentes establecimientos (hipermercado, supermercado, tiendas de barrio…) antes de lanzarnos a la compra?
Yo creo que sí es bueno hacer comparación de precios… Es una pena que aquí en Salamanca eso cada vez sea más difícil. Nosotros recibimos últimamente bastantes quejas porque a los consumidores les resulta complicado comprar en la ciudad, cada vez es más agobiante y no podemos ni utilizar nuestros vehículos para desplazarnos. Estos días vamos a comprar bastantes cosas – no 200 gramos de jamón de York- y por ello necesitamos acudir con nuestro coche. Consecuentemente el consumidor se está yendo cada vez más a las grandes superficies que rodean la ciudad donde tiene facilidades de aparcamiento y de las que además ha recibido una publicidad detallada en su buzón.

Respecto a la polémica que existe últimamente con el anisakis, el otro día UCE Palencia recomendó que ahora que se aproximan las Fiestas se debe congelar el pescado durante al menos 24 horas o cocinarlo un mínimo de 10 minutos antes de su consumo ¿Qué opinión le merece?
Debemos tener en cuenta que muchos de los pescados y mariscos que adquirimos hoy en día no proceden del Cantábrico sino de aguas tropicales de la zona del Caribe. Esos pescados vienen infectados por la larva anisakis que pasa al intestino de los humanos provocando reacciones alérgicas al pescado que son muy molestas y que requieren un tratamiento complicado.

Es un problema que está ahí y que las organizaciones de consumidores llevamos avisando hace años, en Salamanca concozco a varias personas con ese problema. Creo que es una buena medida que a los restaurantes se les vaya a obligar congelar previamente el pescado ya que es la única forma de evitar el contagio.

¿Qué debe hacer el consumidor cuando se siente engañado o que han abusado de él en un establecimiento de hostelería?
Lo que nunca tiene que hacer el consumidor es conformarse, los españoles de por sí somos gente que protestamos pero que cuando hay que hacer una reclamación en condiciones nos echamos para atrás porque pensamos que nos va a traer muchos quebraderos de cabeza y molestias. Tenemos que acostumbrarnos a reclamar sin problemas. Lo que los restaurantes tienen son unas hojas de reclamaciones, son tres hojas de distinto color que se rellenan. Una queda en el establecimiento y las otras dos nos las quedamos nosotros. Posteriormente una de esas dos copias se depositará en la Asociación de consumidores correspondiente que la tramitará a las Oficinas de Consumo.

Cuando nos pongan algo que esté frío, que no nos guste, que veamos que no es de la calidad correspondiente, llamemos al camarero o al maitre y se lo hagamos saber, en Salamanca seguramente no habrá ningún problema en que le cambien el plato. Yo veo que en Salamanca dan cantidad de facilidades para que no se llegue a solicitar la hoja de reclamaciones.

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