Sumiller salmantino en la Final del concurso Nariz de Oro
Martes, 21 de Febrero de 2012
Hosteleriasalamanca.es /Por JM Blanco
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El nombre de Salamanca vuelve a sonar en el mundo del vino español. Luis Miguel Fernández, sumiller, propietario del Restaurante El Pecado y colaborador de Hosteleriasalamanca.es, se ha clasificado para la Final del concurso La Nariz de Oro, que se celebrará el próximo mes de junio en Madrid.
Luis Miguel fue uno de los quince ganadores en la cuarta semifinal de la Nariz de Oro, la que engloba a los sumilleres de Castilla y León, Castilla la Mancha y Madrid, y en la que participaron sesenta catadores. Después de catar cuarenta vinos en botella ciega y elaborar la ficha de cata de cada uno por la mañana, Luis Miguel tuvo que enfrentarse a cinco vinos en copa negra, que impide ver el vino aunque el concurso exige definir el color del vino en la ficha de cata. Después tuvo que responder en diez minutos a sesenta preguntas sobre el mundo del vino y los licores a nivel mundial. La última prueba es otra cata en copa negra y dónde además está prohibido probar el vino. Todo se basa en la nariz del sumiller, que sólo dispone de cuatro minutos para completar la ficha de cata.
![]() Luis Miguel Fernández, en su restaurante salmantino |
“Para superar la prueba tienes que tener conocimientos, pero también un 25% de suerte”, explica Luis Miguel, quien asegura que “la cata es un activo de sabores y olores. Desde que naces vas archivando, descubrir las cualidades de un vino es aplicar ese archivo que tienes en tu interior, porque los vinos siempre te recuerdan a cosas que conoces”.
Luis Miguel asegura apasionado que “en el vino hay que ser permanentemente infiel” y que “para saber, hay que tomar de todo, vinos buenos y malos. Y ante una copa de vino, hay que preguntarse muchos porqués”.
Por eso recomienda probar y probar vinos. “Cuanto más cates, más sabes. El catador no nace, no tiene dones especiales, sólo práctica y ganas de experimentar. Es un trabajo, o un hobby, apasionante. A mis amigos les pido que tomen vino y que cambien de marca. Ahora hay diez o doce vinotecas en Salamanca y por 2 euros puedes probar una copa de cualquier vino”.
Sin embargo, reconoce que él ha contado con una pequeña ventaja: “Trabajar en un restaurante te da la posibilidad de disfrutar del famoso culín del camarero. Cada día sirves cinco o seis vinos distintos y siempre hay alguna mesa que deja un poco en la botella. Con ese culín aprendes mucho porque pruebas vinos nuevos o refrescas conocimientos de algunos que hace tiempo que no degustas. Todo eso, el trabajo diario, te ayuda mucho a saber distinguir”, indica.
Además, aconseja catar en ayunas. “No concibo comer sin beber vino pero el día del Concurso, en la comida no tomé vino, intenté que fuera ligera e incluso mi postre fue un yogurt. No quería saturarme y creo que eso fue un acierto”, asegura.
Luis Miguel habla con pasión del vino, regala conocimientos durante la conversación, e insiste en que abrir una botella es un momento para compartir, para disfrutar en compañía. Palabra de sumiller.
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