La carne de cerdo ibérico no solo es rica por su sabor, también influye el tipo de corte que tenga. Os contamos las características de cada corte y como cocinarlos ¡Os vais a sorprender!

Secreto Ibérico

El secreto ibérico es un corte que se saca del extremo superior de la falda (cerca de la cabeza del lomo). Es un corte muy bueno porque es muy sabroso, jugoso y poco graso. Se puede comer a la plancha, aunque también es buen acompañante del arroz o incluso se puede usar para realizar hamburguesas, ya que aporta mucha personalidad a las recetas.

Lagarto Ibérico

Tiene forma de cordón y  se extrae de entre las costillas y el lomo. Es una carne muy magra y jugosa porque posee un veteado muy sutil de grasa, pero que da muchísimo sabor. La mejor manera de aprovechar este corte de la carne es hacerlo a la plancha solo con sal. 

Abanico Ibérico

El abanico ibérico es la carne que envuelve las costillas del cerdo ibérico por la parte de fuera. Esta carne se puede preparar de múltiples formas: en filetes, en tiras, dados, etc.  Queda muy bien cocinada con frutas y también con las setas.

Presa ibérica

La presa es una de las carnes ibéricas más famosas por ser muy fibrosa y muy jugosa. Es una carne que se cocina bien y si se deja en su punto es deliciosa. Este tipo de carne es perfecta para hacer a la brasa o en una barbacoa.

Pluma ibérica

Se trata de una carne muy apreciada porque cada animal solo ofrece dos plumas. Este corte se encuentra entre las paletillas del animal. Tiene un equilibrio perfecto entre la carne magra y las vetas de grasa. Es perfecta para hacerla a la plancha. 

Lágrimas ibéricas

Las lágrimas de ibérico se extraen de las costillas, ya que constituyen exactamente la carne intercostal. Es una carne muy sabrosa que permite disfrutar de todo el sabor de las costillas, pero sin la molestia del hueso. Es tierna y fácil de cocinar. Son perfectas para enriquecer una fideuá o un arroz, o para preparar con salsa de tomate y verduras.