5 lugares de Salamanca que no aparecen en las guías turísticas
Jueves, 23 de Agosto de 2018
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Te enseñamos una selección de lugares menos conocidos que no aparecen en las guías turísticas y que no deberías perderte si tienes la oportunidad de visitar Salamanca.
Cuando los turistas llegan a Salamanca no suelen salirse del itinerario clásico de las guías turísticas en las que nunca faltan la Plaza Mayor, la Iglesia de los Jesuitas, la Casa de las Conchas, el Puente Romano, las Catedrales y la Plaza de la Universidad. Pero lo cierto es que Salamanca es una de esas ciudades que tiene rincones con muchas historias que contar.
1. Una tienda de Zara dentro de un convento. Este establecimiento, que se encuentra en la calle Toro, se construyó dentro de la iglesia del antiguo convento franciscano de San Antonio el Real, una construcción del siglo XVIII. La estructura de la tienda, de acero y cristal, se levanta cuatro pisos sin tocar los muros del viejo convento, del que se puede ver el altar mayor y la cúpula central con los escudos reales. Os recomendamos subir a la última planta e ir hasta el final de la tienda. Ver la cúpula cara a cara impresiona.
Tienda de Zara.
2. El Barrio del Oeste. La ciudad es mucho más que su casco histórico. A pocos metros del centro se encuentra este barrio, que se ha convertido en una galería de arte urbano en la que podrás encontrar graffitis, instalaciones de arte contemporáneo y propuestas muy vanguardistas en cada uno de sus rincones. Además es el epicentro de movimientos sociales que buscan la resignificación y el disfrute del espacio urbano.
Pintura en el Barrio del Oeste.
3. Una gasolinera muy original. Esta curiosa estación de servicio se encuentra en la puerta Zamora, y se integra en un edificio historicista realizado por el arquitecto Ricardo Pérez Rodríguez Navas. La gasolinera “Garmar” o “Nuño”, que es como se conoce en la capital charra, está revestida de la tradicional piedra de Villamayor y su cubierta actúa como la base de una balconada del edificio en el que se integra, rematado en una torre muy similar a las del palacio de Monterrey. Es, sin duda, un edificio muy peculiar que se aleja de la imagen fría e impersonal de las gasolineras.
Gasolinera en la puerta Zamora.
4. Escenario de una triste historia de amor. Muy cerca del Palacio de Monterrey se puede ver este monumento al príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, que falleció en la ciudad cuando sólo tenía 19 años. Seis meses antes se había casado con Margarita de Austria y la leyenda dice que el ímpetu matrimonial de los dos enamorados empeoró la ya frágil salud del joven príncipe.
Monumento al príncipe Juan.
5. La calle más bonita de la ciudad. Y es que esta calle Compañía, que une el palacio de Monterrey con la Casa de las Conchas y la Clerecía es una de las más espectaculares de nuestro país. Te transporta a otra época y te hace querer saber cada vez más y más de una ciudad que es mucho más que una rana, una concha y un astronauta.
Calle Compañía de noche.
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