El Día Mundial del Turismo se celebra en Salamanca

Os contamos los reclamos turísticos y gastronómicos de la ciudad. Lo hemos intentado pero no hemos encontrado un destino mejor que el nuestro para disfrutar del Día Mundial del Turismo. ¡Salamanca es una ciudad mágica, histórica y plagada de gastronomía!

Salamanca, ciudad dorada, mágica e histórica. Un lugar que atrapa por su arquitectura: el puente romano cargado de historia, la Catedral, la Casa Lis o la Plaza Mayor. Sin duda, un sinfín de atractivos que la caracterizan y la hacen especial. Al mismo tiempo, sus calles y plazas encierran arte, sabiduría y esplendor. No podríamos encontrar un destino mejor que éste para conmemorar el Día Mundial del Turismo que se celebra este martes desde 1980.

El lema de esta nueva edición es: “Turismo para todos! - Promover la accesibilidad universal”, donde se reclama el derecho de todos los ciudadanos del mundo a conocer de primera mano la increíble diversidad de nuestro planeta y la belleza del mundo en que vivimos. En el Día Mundial del Turismo de este año, se pide  ayuda para difundir el mensaje de la importancia de la accesibilidad universal y de los inmensos beneficios que puede reportarle a la sociedad en su conjunto.

Al mismo tiempo, la ciudad charra, cuenta con otro reclamo turístico muy fuerte: su gastronomía local, influenciada por la cocina extremeña y castellana. Por ello, será habitual encontrar productos cárnicos como embutidos y jamones. Destacan la longaniza, el chorizo cular (embutido en tripa gruesa) y el farinato, muy popular en Ciudad Rodrigo. También son muy recurrentes los chorizos de Candelario y el jamón ibérico de Guijuelo.

Por otra parte, es habitual comandar el hornazo, una especie de empanada rellena de ingredientes cárnicos y huevo duro; la carne de morucha, el cordero y el cabrito asado o las truchas del Tormes. También, los platos de cuchara gozan de gran acogida en la ciudad: patatas con chorizo, patatas meneadas y el Calderillo, un guiso de patatas y carne de ternera aderezado con pimiento rojo, cebolla y laurel. Entre los arroces se encuentra la chanfaina salmantina que se elabora con arroz y piezas pequeñas de aves y cordero. En relación a los postres, existe un amplio abanico de exquisiteces repartidas por toda la región charra: las rosquillas de Ledesma, los amarguillos de La Alberca (galletas de almendra), las almendras garrapiñadas de Alba de Tormes y los hojaldres de Ledesma entre muchos otros. 

Farinato (izquierda), jamón ibérico y chorizo.

En conclusión, una gastronomía contundente, rica y variada, con multitud de opciones, que merece la pena degustar y disfrutar, al menos, una vez en la vida y es que Salamanca cuenta con multitud de restaurantes, bares y espacios gastronómicos en los que tomar estos manjares. Además, es una ciudad llena de vida debido a la gran afluencia de estudiantes que cada año acuden a cursar sus Grados Universitarios.