El aceite: verde y en botella
Miércoles, 4 de Diciembre de 2013
Hosteleriasalamanca.es /Por JM Blanco
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España tiene olivos desde la época de los fenicios. Desde entonces ha sido el paraíso del aceite de oliva y el mayor productor del mundo. Ahora, el Gobierno da una vuelta de tuerca al negocio del aceite, apuesta por la calidad y obliga a los restaurantes a decir adiós a la fea aceitera rellenable para intentar acabar con algunas prácticas poco éticas. Llega, por decreto, el aceite verde y en botella, no reutilizable a las mesas.
El típico convoy, que incluye la aceitera rellenable, desaparecerá en enero de 2013 de la hostelería española |
El ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente es el impulsor de una ley similar a la que ya existe en otros países, pero cuyo intento de implantar a nivel europeo fue tumbado hace unos meses. Arias Cañete es el principal defensor de una postura que satisface a los productores pero que no gustó a la restauración. De hecho, la Federación Española de Hostelería (FEHR) valora negativamente la imposición del Gobierno a unos 300.000 establecimientos a nivel nacional.
En Salamanca, como en el resto de España, las posturas son dispares. Héctor Carabias, responsable de la cocina en El Corrillo, cree que la medida tiene dos caras, como las monedas. “Buena porque igual que en el tema del vino, hay mucha gente que mete mierda en las aceiteras y es una forma de que el aceite de oliva bueno se explote, que se dé a conocer un producto de calidad”, explica antes de darle la vuelta a la moneda. “Las vinagreras, el convoy, como lo llamamos, siempre ha existido y seguirá existiendo. Va a haber un 60% de gente, y posiblemente me quede corto, que las va a seguir poniendo, porque es una inversión que está hecha, sobre todo en restaurantes de menús del día”, asegura.
Y como todas las monedas, la medida tiene un perfil de canto. “Puede ser una oportunidad para que a la hora de servir una ensalada se pierda la costumbre de que el cliente se la aliñe. En nuestro restaurante tenemos aceiteras pero normalmente todo sale de cocina aliñado, porque es una forma de que el camarero tenga una cosa menos que atender al cliente y una cosa menos que retirar de la mesa en momentos de jaleo”, comenta.
Para Héctor, el éxito de la medida dependerá de cómo se adapte la hostelería pero también las empresas productoras de aceite. “También ellos tienen que poner algo de su parte…” sugiere.
En ese mismo sentido se expresa Germán, de Casa Paca, que tiene en la actualidad tres botellas de aceite virgen extra en las mesas, pero que al ser manipulables tendrá que retirarlas, salvo que los productores cambien el tapón. “Esa nueva normativa me parece absurda pero no me genera mayor problema. A partir de entonces las 8 o 10 ensaladas que tenemos en carta saldrán aliñadas de cocina y si al cliente no le gusta, se le retira y se le cambia por otra. Hasta ahora tenemos un convoy en la mesa, pero habrá que retirarlo" afirma.
Germán descarta por ahora el utilizar monodosis de aceite de oliva por el elevado coste que le supondría. “Es más rentable prepararlas en cocina y si algún cliente no le gusta, cambiársela por otra”, reitera.
En Salamanca hay cinco almazaras que venden aceite virgen extra de gran calidad. Tres de ellas, Soleae, Lagunilla y Aceiteros del Águeda, han recibido premios en el último año por su calidad y esperan que esta medida sea un revulsivo.
Jesús Ángel Blanco, de Soleae, asegura que el principal beneficiado es el consumidor. “A nosotros nos viene bien porque la situación actual solo interesa al que no produce aceite de calidad, pero es el consumidor el que sale más beneficiado”, explica.
“En otros países de la UE ya estaba prohibido desde hace mucho tiempo, sobre todo en los que son productores. Aquí se toma bastante tarde, pero hay que aplaudir que por fin se implante”, sentencia.
Ahora espera que productores de aceite y hosteleros vayan de la mano. “Está claro que no se puede servir un aceite sin etiqueta, sin que el consumidor sepa qué es, si es aceite de oliva virgen extra o no, como ocurría hasta ahora. Los hosteleros, no todos porque algunos ya lo hacen, deben cambiar el chip y empezar a servirla como el vino, en botella cerrada, para que el consumidor tenga toda la información y el mejor producto”, comenta.
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Comentarios
pelusín
Jueves, 5 de Diciembre de 2013
¿Qué es más barato, una garrafa de 5 litros de aceite virgen extra, o el mismo aceite en una cuqui botellita de 5 ml? A partir de ahora, a cobrar suplemento por aceite. Lógicamente, si al hostelero se le añade un coste, con esta medida, éste lo va a repercutir en la factura.
Y si el tema es poder verificar la calidad del aceite, que salga también la sal en bolsitas monodosis, y el café, de capsulitas, no vaya a ser que nos metan un café torrefacto.. |
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