Concurso de platos de Navidad en el Centro de Adultos de Santa Marta

Fuente: Hosteleriasalamanca.es
Por Eva González

El Jurado nos dispusimos a degustar la treintena de platos que participaban en el concurso. Dos grandes mesas repletas de vistosas y sugerentes fuentes dulces y saladas esperaban ser evaluadas por nosotros cuatro. "¿Por cuál comenzamos?" Pregunté con indecisión mientras Fausto Cabezas no le quitaba el ojo al bacalao al pil pil…

Arriba: Ultimando los platos en la cocina del centro

Cuando llegué al centro de Adultos de Santa Marta de Tormes decenas de personas abarrotaban su cocina. Unos al frente de los fogones ultimaban sus creaciones culinarias ataviados con su gorro y mandil correspondiente, no muy lejos otra mujer se esmeraba en ubicar la última guinda al aparente pastel que rezaba Feliz Navidad, en una esquina dos participantes intercambiaban las recetas de sus dos platos, mientras alababan sendas obras gastronómicas… El aroma que impregnaba la atmósfera enloquecía a cualquiera, con esa mezcla de bollería recién horneada y croquetitas en pleno proceso de fritura.

 

Arriba: Algunos de los participantes con sus "obras maestras"

El nerviosismo era palpable: “mis pimientos rellenos de bacalao son los más feos” suspiraba Araceli con cara de pena mientras me mostraba el tupperware de plástico que los contenía en su interior. “¡Mi Mouse se deshace! ¿qué hago” repetía con desesperación otra de las alumnas participantes. “Oye, tú que sabes mucho de esto –me dijo una mujer que sostenía una bandeja con algo que parecía hecho a base de gambas y boca de mar “ ¿qué nombre le puedo poner a mi plato?” “Delicias de mar” le espeté sin apenas pensarlo “¡qué bonito¡” exclamó mientras al unísono otras dos mujeres solicitaban mi bautismo culinario.

 

José Luis, el profe, no paraba un minuto, él se había encargado de la organización general y de establecer los tiempos de cada fase del concurso. Tras conseguir que todos los platos participantes estuvieran catalogados y numerados en su Dcha: Originalísimas "Piruletas de tomatitos cherry y sésamo"

correspondiente mesa, invitó a todos a que abandonaran la sala y se dirigió a nosotros “Ahora os toca a vosotros, disponéis de 40 minutos para decidir los ganadores” El Jurado lo componía Mª Cruz, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes, el señor inspector Baldomero, el sapiente y locuaz Fausto Cabezas y servidora. Los cuatro miembros del Jurado nos miramos, conscientes de la complicada tarea que se nos avecinaba. Armados con cuchillo y tenedor comenzamos a repartir pequeñas porciones de los diferentes alimentos. Hornazo, empanada, milhojas, canapés, pollo relleno, hasta cuatro tipos diferentes de croquetas… ¡qué odisea!.

 

Esto está soso, esta consistencia es extraordinaria, aquel hojaldre no ha acabado de subir bien, la presentación de este plato es impecable, esto está un poquito seco… cada cual mostraba su opinión respecto a cada degustación y tras Dcha: miembros del Jurado degustando cada plato.

intercambiar de pareceres durante largo y tendido, al fin logramos consensuar los ganadores, que poco después anunciábamos ante el numeroso público que se había congregado en la sala.

En la categoría de Salado, el Primer Premio recayó sobre una hermosa “Piña de quesos” (de Charo Díez), el segundo galardonó el “Bacalao al pil pil” (de Rosa Ordóñez), por su lograda consistencia, y el tercero fue a parar a las sabrosas “Croquetas al estilo de mi madre” (de José Luis Peix). En la categoría de Dulce el “oro” premió a una espectacularmente presentada Mouse (de autor desconocido), la “plata” por su parte recayó en una original “Tarta de coco y zanahoria” (de Esther) y el “bronce” elogió la riquísima "Panacota de frutos rojos" (de Mª Jesús García).

Primer Premio Salado: Piña de quesos.

Tercer Premio Salado: Croquetas al estilo de mi madre

Primer Premio Dulce: Mousse

Para culminar la jornada, se inció una merendola, tras la cual no quedó rastro de ninguno de los platos presentados a concurso. Ese día los alumnos de Cocina del Centro de Adultos de Santa Marta no solo demostraron sus extraordinarias dotes culinarias sino también su probada pasión por el buen yantar. ¡Que continuéis disfrutando con tanto entusiamo de la cocina!.