El café: cuatro pinceladas que debes saber

¿Dónde se descubrió el café? ¿Cómo llegó a convertirse en la segunda bebida más consumida del mundo? ¿A qué sabe un robusta? ¿La acidez es una cualidad o un defecto?  Te contamos lo que sí o sí debes saber del café para tener "culturilla general".

Orígenes del café: Yemen

Cuenta la leyenda que un joven pastor yemení fue el descubridor de la planta del café, el cafeto. Éste observó un comportamiento extraño en su rebaño, que, tras ingerir los frutos rojos de un arbusto, brincada y saltaba enérgicamente. Sorprendido y temeroso por los extraños efectos de la planta, el joven mostró los frutos a su superior religioso, que, tras varias pruebas fallidas, preparó una infusión con las bayas previamente tostadas, descubriendo entonces lo que hoy se conoce como café.

Llegada del café a Europa y América

Desde Etiopía y Yemen el café fue llevado al Sudeste Asiático, hasta Ceilán y la India. Más tarde fue introducido en Europa a través de la colonia holandesa de Java. Desde entonces su cultivo se extendió con éxito por el continente, excepto Gran Bretaña donde el té era la bebida reina.

Finalmente el café llegó a América a través de las colonias que los países europeos tenían en el continente americano. Allí su consumo se generalizó y su cultivo se introdujo en plantaciones del centro y del sur, como Colombia, Brasil, Nicaragua y Costa Rica, donde hoy en día se concentra gran parte de la producción mundial de café.

A finales del siglo XVII había ya Cafés en casi todas las ciudades europeas y americanas importantes. Al ser una bebida estimulante, los salones de café han sido siempre lugares de reunión de espíritus inquietos: poetas, escritores, intelectuales, políticos, negociantes y artistas han escogido los cafés como sus lugares de tertulia y encuentro.

Mil formas de tomar el café

Existen mil formas de preparar el café, cada país tiene sus preferidas, que conviven con los gustos personales de cada bebedor, así que el café acaba siendo un maravilloso mundo en el que no solo entran en juego la leche y el azúcar sino también la temperatura, las especias, chocolate, licores e incluso el tipo de vajilla en la que se disfrute. A continuación algunos ejemplos: café Moca (mocha), Vienés (Viennois) y café Latte.

Variedades de café: Robusta y Arabica

Existen dos variedades de café: robusta y arabica. El Robusta supone un 25% de la producción mundial, su cultivo se concentra principalmente en África y Sudeste Asiático, donde se recolecta mecanizadamente, lo que impide la selección exhaustiva del grano. En cuanto a sus características organolépticas es más amargo, de textura más terrosa, con más cuerpo y más cafeina (2- 4’5%).

La variedad Arabica supone aproximadamente el 75 % de la producción mundial, su cultivo se produce en Centro y Sur América y en la península Arábiga, donde se descubrió. Sus plantaciones se encuentran a mayor altitud que el robusta, ello impide la mecanización y obliga a una recolección manual forzosa justo cuando está en el grado óptimo de maduración. Es un café con mayor acidez -la acidez en un café es sinónimo de calidad-, más aromático y con menos porcentaje de cafeína (de 1 a 2`5%). No obstante, las características del terreno de cultivo y de la meteorología de cada país le aportan cualidades diferenciadoras al cafeto, por ejemplo en Colombia el café tiene notas más afrutadas y en Brasil más achocolatadas. 

¿Natural o torrefacto?

Existen dos tipos de tostado del grano de café: el natural, que es tostado con aire caliente durante unos minutos, y el torrefacto, al que se le añade azúcar que en el proceso de tostado se quema, quedando el grano negro y brillante y dejando un regusto a “carbonizado”.

Parece ser que el origen del torrefactado se remonta a siglos atrás, cuando el transporte del café resultaba complejo, pues no soportaba bien las largas travesías en barco y llegaba a su destino añejo. El azúcar crea una capa compacta alrededor del grano que lo protege, sin embargo su sabor queda enmascarado por ese fuerte regusto amargo.

Dos recetas rápidas con café: Royal y Shakerato

Café Royal:

Ingredientes: (para 2 personas)
2 tazas de café recién hecho
4 cucharadas soperas de leche condensada
2 cucharadas soperas de coñac de gran calidad

Preparación: El café recién hecho se reparte en seis tazas, añadiendo a cada una de ellas dos cucharadas de leche condensada y una de coñac. Se remueve bien y se sirve de inmediato para que esté bien caliente.

Café Shakerato:

Ingredientes: (para 2 personas)
2 tazas de café recién hecho
2 tazas de leche fría
2 cucharadas soperas de azúcar moreno
8 hielos grandes

Preparación: En una coctelera introudcir los hielos, la leche fría, el azúcar y el café, agitar energicamente durante unos segundos y servir inmediatamente (sin los hielos)