¡Feliz Día Mundial de la Tapa!

Hoy, 29 de septiembre, se celebra en varias capitales españolas el Día Mundial de la Tapa. Se trata de una iniciativa de Saborea España con la que se conmemora esta arraigada tradición culinaria que cada vez traspasa más fronteras. Pero... ¿sabíais cuál es el origen de las tapas?

Esta es ya la tercera edición que se celebra del Día Mundial de la Tapa y no faltan motivos para continuar festejándolo: cada vez más ciudades españolas poseen alguna festividad relacionada con el tapeo (ahí tenemos nuestra Feria de Día en Salamanca) y es ya una costumbre insustituible a la hora de acompañar cualquier bebida en un bar. 

Durante estos días y hasta el 12 de octubre, 37 locales de España ofrecerán una tapa acompañada de un botellín Mahou por 2'5 € o 3 €. Una cantidad que en nuestra ciudad no resulta tan extraña, pero que en otras capitales españolas constituye una importante rebaja respecto al precio habitual.

¿Cuál es el origen del tapeo?

Lo cierto es que hay multitud de versiones respecto al origen de las tapas en España, algunas más creíbles que otras. Hay quien asegura que se trata de una costumbre campesina antiquísima, mientras que otros ubican su origen en la época de los Reyes Católicos afirmando que, para evitar las frecuentes peleas de borrachos en las tabernas, empezó a servirse una pequeña porción de comida junto a las bebidas para que redujera los efectos del alcohol. 

Eso sí, nuestra favorita probablemente sea la anécdota que -según cuentan- protagonizó Alfonso XIII. Según esta versión, el rey visitaba Cádiz cuando se detuvo en Ventorrillo del Chato (que aún existe a día de hoy) para tomar una copa de vino. Ante la tormenta de aire que se levantaba y, por miedo a que pudiese entrar arena en la bebida del monarca, el camarero del local tuvo la original idea de "tapar" la copa con una loncha de jamón. Y así se la sirvió. Al rey Alfonso XIII le gustó tanto la combinación que se apresuró a pedir otra copa de vino que tuviese "la misma tapa". 

También adjudican su origen a la realeza los que dicen que fue Alfonso X quien, por receta médica, comenzó a consumir las copas de vino junto a una pequeñas raciones de alimentos para digerirlo mejor. O si avanzamos hasta el siglo XX, en Andalucía, nos encontraremos con que era habitual añadir esa supuesta loncha de jamón que sirvieron a Alfonso XIII en Cádiz dentro de las copas de vino para que éste no perdiera su aroma. 

Aunque existen aún más teorías que divagan acerca de cuál pudo ser el comienzo de esta famosa costumbre, podríamos concluir afirmando que -en este y en cualquier siglo- la tapa continúa siendo el perfecto acompañamiento de una buena copa de vino. Ya sea por motivos médicos, para evitar que entre arena en la bebida o simplemente porque... ¿para qué negarlo? ¡Están riquísimas!