6 Trucos para cocinar con microondas
Lunes, 27 de Junio de 2016
Hosteleriasalamanca.es / Por Cristina Fuentes
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¿Cuántas veces hemos escuchado aquellas leyendas urbanas sobre la radiación de los microondas y sus efectos nocivos? En una época en la que todos vivimos con el teléfono móvil pegado a la mano, ya no hay excusas que valgan para aprovechar este maravilloso electrodoméstico de cocina para algo más que calentar la leche. Os dejamos unos trucos para sacarle el máximo provecho.
Pensamos que con introducirlos de cualquier manera en el interior van a salir calientes por arte de magia, ¡y no! Podemos ahorrar mucho tiempo y energía si en vez de amontonar los alimentos, los esparcimos en una sola capa. ¿Y por qué? Las ondas de este electrodoméstico solo penetran de dos a tres centímetros y si lo juntamos todo, el interior se quedará frío.
Además, tenemos que ser prácticos: acostumbramos a ponerlo todo en el centro del plato del micro cuando, precisamente, es el lugar donde menos calienta. Es mejor colocar la comida o el vaso en un borde. Un truquito es hacer una especie de anillo con la comida.
Este es un uso maravilloso. Podemos desinfectar estropajos, trapos de cocina o tablas de cortar con el microondas. Para los dos primeros, basta con meterlos varios minutos a máxima temperatura, de esta manera las bacterias morirán. (¡Hay que tener en cuenta que los estropajos metálicos no se pueden meter!) En el caso de la tabla, la tenemos que restregar con un limón y calentarla unos minutos.
Cuando pelamos y cortamos cebollas no pueden pasar más de dos minutos sin que empiecen a asomar lágrimas por nuestros ojos, debido al proceso químico que sufren sus partículas al entrar en contacto con el aire. Para evitarlo, podemos introducirlas con los extremos cortados en el microondas durante 30 segundos. ¡Se acabó el picor de ojos!
Una vez terminado el tiempo de microondas, la cocción continúa, necesita un tiempo para frenarse del todo. Una buena opción para que los alimentos no queden resecos es no cocerlos del todo y dejarlos reposar para que el calor siga penetrando en ellos unos minutos.
Y un aviso: no os paséis con la potencia. La máxima solo se usa para calentar líquidos de manera rápida; la media es perfecta para elaboraciones y la baja solo para descongelar.
Los tomates son más fáciles de pelar si los calentamos unos 30 segundos antes; calentando unos segundos unos limones o naranjas sacarán más zumo; los ajos se pelan mejor si los calentamos unos segundos y los dejamos enfriar; podemos secar las hierbas como el perejil calentándolas un momento; las galletas o patatas fritas blanduchas por la humedad, volverán a crujir; podemos ablandar la miel endurecida metiendo el tarro sin tapa dos minutos a máxima potencia; podemos conseguir aceites aromatizados sin tener que esperar varias semanas metiéndolo en el microondas. También podéis hacer recetas en microondas.
Al tener tantos recovecos, hay veces que cuesta, pero es necesario mantener el microondas limpio. Para ello pasa una bayeta húmeda y, en caso de que tenga mucha suciedad, podemos colocar dentro un bol con agua y rociar todo el interior del microondas con vinagre. Lo ponemos a calentar y después de unos minutos, se podrá quitar sin esfuerzo pasando un trapo. Para quitar los olores, calienta un vaso de agua con zumo de limón a máxima potencia durante dos o tres minutos.
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