En verano, ¿te comes hasta las flores?
Martes, 24 de Junio de 2014
Hosteleriasalamanca.es /Por JM Blanco
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Además del brócoli o la coliflor, las violetas, caléndulas o de calabacín son algunas de las flores comestibles que más se abundan en la gastronomía nacional, aunque en la salmantina son bastantes raras. Ahora te contamos algunas de las flores comestibles más usadas, porque recuerda, no todas las flores se comen.
Pensamientos multicolor en el Perrito caliente Gourmet de Vida&Comida |
El uso de flores en la cocina no es nuevo, ni vanguardista. Los romanos utilizaban rosas, violetas y malvas. En el Renacimiento se usaban para dar color a los platos y como condimento. En el siglo XVII se hacía caramelos de flores y en el siglo XIX eran muy populares en las ensaladas y para elaborar pasteles, mermeladas y confituras.
La más habitual en nuestra gastronomía es la flor del calabacín. Lo más habitual es prepararla en tempura, aunque también hay quien la rellena o las saltea. Su principal inconveniente es que apenas dura un día en la nevera.
Flores de calabacín |
La violeta es otra de las flores más habituales en la cocina. Su uso como infusión relajante es muy conocido, pero por su sabor suave, la ha llevado a ser protagonista en ensaladas e incluso en repostería. Una de las formas más curiosa de degustarla es confitada.
La capuchina es otra flor, originaria de Sudamérica, que puede darle color a tus ensaladas. En este caso, son comestibles tanto las hojas como la flor. Los pétalos anaranjados de su flor tienen cierto picante, recordando un poco al berro. Hay quien le atribuye poderes afrodisíacos. Quizás la caléndula es más conocida por sus aplicaciones en medicina natural, pero también es una flor comestible, y en algunos casos se puede utilizar como sustituto “barato” del azafrán.
Pétalos de flores en un steak tartar del Mesón de Gonzalo |
Pero si hay una flor estrella en cualquier jardín, esa es la rosa, y también es comestible. Además de en ensalada, se puede comer confitada y en infusiones, donde aportará al organismo antioxidantes y vitamina C. Se recomienda comer variedades de rosas oscuras, que al parecer tienen un sabor más dulce e intenso.
La albahaca, la boca de dragón, el clavel, la lavanda, la flor del guisante o la judía, los pensamientos, o el jazmín, son otras flores comestibles.
Existen otro tipo de flores, donde dependiendo de la variedad, se puede comer o no, por su toxicidad. En este grupo se enmarca una flor popular, como la begonia, cuya variedad tuberosa es comestible pero la de cera no por el ácido oxálido que tiene y que perjudica a las personas con gota o problemas renales.
La lista de flores comestibles es larga, pero ojo, tampoco existe una lista oficial con este tipo de flores. De hecho, la Agencia de Seguridad Alimentaria de Cataluña tuvo que recurrir hace un par de años a los listados que aparecían en distintas universidades de Estados Unidos, al portal de cocina Homecooking y al Sistema canadiense de información sobre plantas venenosas para consultar listas de flores comestibles y no comestibles, ante la demanda de una empresa comercializadora de flores.
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