Verdades y mentiras sobre el café

Miércoles, 16 de Septiembre de 2015
Hosteleriasalamanca.es / Por Beatriz Arias

Desayuno improvisado para algunos y la perfecta sobremesa para otros. Lo cierto es que el café es un producto tan deseado como cargado de mitos. Que si lo mejor es tomar sólo uno al día, que si engorda, que si está prohibido para las embarazadas... ¡te contamos las verdades y mentiras sobre el café!

¿El café engorda?

FALSO. El café en sí mismo no aporta calorías… pero el azúcar o las cremas que le podamos añadir sí que lo hacen. Y ya si nos vamos a un Starbucks a pedir uno de sus frapuccinos con un delicioso polvo de chocolate por encima... ya os lo imagináis, ¿verdad? ¡Pero eso no es culpa del café!

¿Provoca celulitis?

VERDAD. Bueno, maticemos un poco: no la provoca, pero la favorece. El caso es que el café nos deshidrata y, tomado en exceso, eso provoca retención de líquidos en los muslos y aparece la odiosa piel de naranja. En el caso de las mujeres es recomendable beber mucha agua y moderar la cantidad de café que ingerimos.

¿No se puede tomar más de un café al día?

FALSO. Aunque ya hemos visto que no es recomendable un consumo excesivo, tampoco hace falta limitarlo a sólo un café al día. Los expertos afirman que pueden tomarse hasta tres tazas sin que sea perjudicial para la salud. Es decir, unos 300 mg diarios (dependiendo también del tipo de café y el tamaño de la taza).

¿Es perjudicial en el embarazo?

VERDAD. Aunque no hay una postura definitiva en relación a este tema, todos los médicos coinciden en afirmar que se debe reducir el consumo de cafeína en las embarazadas. ¿Cuál es la cantidad ideal? Pueeees ahí es donde no se ponen de acuerdo. Pero el caso es que ingerir más de 200 mg de cafeína diarios aumenta el riesgo de aborto y suele reducir el peso del bebé al nacer. También se dice que el corazón del niño puede tener un ritmo más acelerado de lo normal. En fin, como se suele decir… más vale prevenir que curar.

¿Mejora la concentración?

DEPENDE. No es verdad ni mentira. Nos explicamos: la cafeína estimula el sistema nervioso central y eso resulta beneficioso en algunas personas, pues aumenta su capacidad de atención y, por consiguiente, de concentración. Sin embargo, en algunos casos eso se puede volver en nuestra contra y provocar nerviosismo e irritabilidad. Y es que a veces todo depende, como bien decía la canción. 


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