10 consejos para disfrutar del jamón ibérico en verano

Siempre se ha dicho que el verano no es un buen momento para compara una pieza de jamón por que las altas temperaturas podrían estropearlo, pero según aseguran los expertos del sector esto no es cierto. Si bien, hay que prestar especial atención a su conservación.

El calor de la época de verano hace que el jamón sude más, lo que se traduce en que pierde la grasa que lo protege y hace que se deshidrate muy rápido. Así, no solo se seca más, sino que llega a oxidarse por la temperatura ambiente de los días veraniegos, según publica la revista hola.com.

Sin embargo, el estío también puede ser una buena época para adquirir una pieza de jamón si tenemos en cuenta que el exudado, en una medida adecuada, también mejora el sabor y la textura del producto. 

Por eso es importante prestar especial atención a su conservación para disfrutar al máximo de todas sus propiedades y de su sabor.

10 Consejos para conservar el jamón en perfecto estado en verano

1. El jamón, antes de empezar a consumirse, se debe guardar en un lugar fresco y oscuro.
   
   
2. Mantén la pieza de jamón fuera del alcance de una fuente de luz o calor directa como puede ser el sol, los fuegos de cocina y el horno, si es que lo tienes en la cocina como es lo más habitual.
   
   
3. Cuando se vaya a consumir y durante todo el tiempo debe de estar a una temperatura de entre 22ºC y 25ºC. No dejes que suba de esos grados. Así, se podrán apreciar todas sus características de olor y sabor en plenitud. Tampoco es recomendable tenerlo por debajo de esa temperatura porque el jamón no sacaría todo su potencial.
   
   
4. Se recomienda comenzar a cortar por la parte más estrecha, que es la que antes endurece y así evitamos que pierda jugosidad.
   
   
5. Con un cuchillo distinto al de corte se ha de eliminar la capa exterior del jamón, tanto de grasa (hasta que desaparezca la de color amarillo) como de magro (hasta que este sea ya de color carne rojo).
   
   
6. Recuerda que las lascas de jamón cortado han de ser finas y pequeñas, lo justo para meterlas de un bocado en la boca. Así podremos masticar con facilidad, haciendo que se deshaga en la boca y conseguiremos paladear los aromas y sabores contenidos en el jamón.
   
   
7. Las lascas han contener siempre un poco de grasa: los aromas de los ácidos grasos están en ella y estos son los que fijan la calidad del jamón. Comer un jamón sin grasa es degustar un jamón al 50%.
   
   
8. Cada día corta algunas lonchas para que el corte este vivo y la grasa infiltrada no se seque.
   
   
9. Corta el jamón poco antes de comerlo, cuanto más recién cortado, mejor. Una vez cortado no lo guardes en la nevera, es mejor dejarlo a temperatura ambiente pero, ojo, no lo dejes al sol.
   
   
10. Al terminar una sesión de corte no olvides proteger la zona con algunos de los trozos del mismo tocino del jamón, y así mantenemos el corte lo mas fresco posible, sin que se reseque.