La cocina del estudiante salmantino, un artículo del periodista Santiago Juanes
Lunes, 2 de Abril de 2018
Hosteleriasalamanca.es / Estela López
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El reputado periodista Santiago Juanes, actual director de Radio Salamanca Cadena Ser, ha protagonizado, recientemente, una conferencia sobre "La Cocina del estudiante salmantino". Todo lo que el periodista ha narrado, se encuentra reflejado en un interesante artículo que os mostramos a continuación.
Santiago Juanes, director de Radio Salamanca Cadena Ser y experto en gastronomía, ha ofrecido, recientemente, una conferencia en el Casino de Salamanca- Palacio de Figueroa, que ha tratado sobre "La cocina del estudiante salmantino". A continuación, os dejamos el artículo completo en el que recopilamos su intervención.
“Si la sarna y el hambre no fueren tan unidas a los estudiantes, en las vidas no habría otras de más gusto y pasatiempo”. Esto fue escrito por Miguel de Cervantes, así que ya para entonces el hambre estudiantil estaba a la orden del día. Un hambre, caricaturizada por Quevedo en El Buscón, entre otros autores.
Un hambre, que aun siendo de ficción en algunas obras no era sino el reflejo de lo que estaba pasando en la realidad.
Sebastián de Horozco, al que citaré aquí en alguna ocasión más, dejó escrito un poema entre la sátira, la caricatura y el impresionismo que comienza así:
“Yo os quiero, señor, decir
Qué es la vida pupilar
Y espantaros estaréis de oír
De cómo puede vivir
El triste del escolar”.
Y a pesar de toda esta tristeza de la vida del escolar, ese mundo estudiantil fue deseado. Sobre todo por quienes no lo conocieron y encontraron en él un punto romántico.
Aquí, en Salamanca, en un homenaje a Gabriel y Galán, Emilia Pardo Bazán deseó públicamente “por arte de hechicería, dejando el camino del tiempo transportarse a la Salamanca de entonces” para no perder “las escenas de aquella alegre y democrática confraternidad escolar, el modo de vivir de los diversos estudiantes…y entre esta patulea, despierta, de roja sangre, destacanse los tunos y sopistas, de goliardesca memoria, dedicados a la rapiña o sostenidos por la bazofia conventual”.
Porque fueron, aquellos, tiempos de hambre, y el hambre era común a los estudiantes.
En El Buscón de Quevedo es citado lo que se proclamaba tras las novatadas a los nuevos escolares: “Viva el compañero y sea admitido en nuestra amistad. Goce de las preeminencias de antiguo, puede tener sarna, andar manchado y padecer el hambre que todos”.
Padecer el hambre que todos. Aquí está la clave.
El hambre, la cantidad de hambre incluía en una categoría u otra a los estudiantes, como veremos. No era lo mismo el futuro Conde Duque de Olivares, que llegó a Salamanca de escolar con un séquito que incluía jefe de cocina y repostero, que un sopista de la época que hacía guardia para beber la sopa boba.
Sin ir más lejos, el propio Calderón de la Barca, se dice que fue “gorrón” en Salamanca.
Luego hablaremos de él.
No se entiende la historia de la Universidad de Salamanca --sus ochocientos años de vida—sin la figura de los estudiantes, de hecho, una forma de abordar la historia de la institución es, precisamente, a través de ellos: los estudiantes.
De igual manera, también la figura del estudiante universitario salmantino puede tratarse desde diversos puntos de vista. Por ejemplo, el de sus derechos y deberes a lo largo de la Historia. También los contenidos académicos y su manera de impartirlos. O sus costumbres y modo de vida, que tanto han cambiado a lo largo de esos ocho siglos.
Dentro de este apartado es donde he situado lo que quiero contarles esta tarde: la cocina del estudiante, del colegio al piso. Porque comer era una necesidad, ya fuese en el colegio o el piso donde se vivía… y vive.
Que luego se comiese… Ya es otra historia.
Ver el artículo completo de La cocina del estudiante salmantino.
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