Acción de gracias, ayer y hoy
Martes, 24 de Noviembre de 2015
Hosteleriasalamanca.es / Por Elena Borrego
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Este jueves, 26 de noviembre, en Estados Unidos, se conmemora Acción de Gracias, una festividad en la que la comida cobra un papel muy importante. Un suculento pavo relleno, así como postres como el clásico pastel de calabaza o la tarta de pecanas se convierten en los protagonistas indiscutibles de la velada. Pero, ¿cómo ha evolucionado el menú desde sus orígenes?
Cuando pensamos en Acción de Gracias (Thanksgiving), irremediablemente, se nos viene a la mente una de las clásicas escenas de película estadounidense: una familia reunida alrededor de una larga mesa, en un acogedor salón, con una tenue y cálida iluminación, dispuesta a degustar un suculento banquete en el que el pavo con o sin relleno es el protagonista. Y es que, aunque haya sonado a tópico, esta es una de las fiestas más populares, familiares y sentidas de los Estados Unidos. Una celebración que tiene su origen en el primer tercio del siglo XVII.
En concreto, la primera celebración de Acción de Gracias se remonta al año 1621, en la colonia de Plymouth –la actual Massachusetts-. El motivo, por aquel entonces, era celebrar el éxito de la primera cosecha de maíz un año después de haber fundado la colonia inglesa en el Nuevo Mundo. A la celebración, que duró tres días, fueron invitados los indios nativos, pues ayudaron a los colonos a sobrevivir a un duro invierno.
Aunque no se sabe con exactitud cuál fue el menú que degustaron, los historiadores sostienen que el banquete pudo haber estado compuesto por reno asado y aves, ya que el término “turkey” no se empleaba únicamente para denominar al pavo, sino a cualquier ave silvestre autóctona, como el pato o la oca, rellenas de una mezcla de pan, hierbas, cebolla y frutos secos, para aportar a esta carne un toque extra de sabor.
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Frutas y verduras también pudieron tener cabida: cebolla, lechuga, espinacas, zanahorias, col, judías, guisantes y, por supuesto, como ejemplo de la abundante cosecha, el maíz, endulzado con melaza. Entre las frutas, quizá, arándanos, frambuesas, uvas y ciruelas, pero no en forma de salsa, tal y como se suelen consumir en las actuales cenas de Acción de Gracias.
Una celebración, la de entonces, que, gastronómicamente hablando, poco tiene que ver con las cenas de hoy en día, en las que no falta ni el pavo relleno acompañado de puré de patatas y salsa de frutos rojos ni los dulces. Pasteles y tartas con sabores tan otoñales como la calabaza, las nueces o las manzanas asadas. Son típicos el cremoso pastel de calabaza (pumpkin pie) y la crujiente tarta de nueces pecanas (pecan pie). El primero, elaborado a partir de una combinación de puré de calabaza con azúcar moreno, huevos, nata y especias (canela, jengibre y nuez moscada); y el segundo, a base de nueces pecanas y una mezcla de sirope de maíz, azúcar y mantequilla. Ambas preparaciones, sobre una base de masa quebrada.
style="text-align: center;"> Tradicional pastel de calabaza |
Un sustancioso ágape con el que dar gracias por un buen año. Y porque siempre hay algo que agradecer, ¿os animáis a preparar alguna receta típica de esta festividad?
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