Té rojo, un 'quema-grasas' que puede ser delicioso

Después de semanas de vorágine navideña y algún que otro exceso, empieza enero, volvemos a la rutina diaria, y nos damos cuenta de que, al mismo tiempo de que nuestra cuenta corriente se ha reducido considerablemente, nuestra ropa ha encogido. Ese pantalón pitillo, que compramos con tanto capricho hace un par de meses, a duras penas nos permite respirar.

Queremos recuperar la figura perdida, pero no nos vamos a poner a hacer dietas imposibles, con las que pasar hambre durante semanas, y que a posteriori nos harán ganar más peso. Por eso, sólo os recomendaremos una bebida. El té rojo. Rico y caracterizado, precisamente, por su capacidad para hacernos perder grasa, pero también por sus propiedades diuréticas y facilitar la digestión. A continuación, os hablaremos un poco más sobre él, y os daremos unas cuantas recetas con las que preparar deliciosas bebidas utilizándolo como base.

El té rojo, también conocido como pu-erh, es una variedad de té verde, que surge como consecuencia de un proceso de maduración de las hojas. Es el más apreciado en China –donde lo beben desde tiempos inmemoriales-, y no solo por su delicado sabor, sino por sus importantes beneficios para la salud de quienes lo consumen a diario.

Es famoso por “ayudar a adelgazar”, porque acelera el metabolismo hepático, con lo que favorece la reducción de los niveles de grasa en el organismo. Posee, así mismo, propiedades diuréticas, antibióticas y es un potente antioxidante. Facilita la digestión –ideal ahora, que nos notamos más pesados- y contribuye a tener unos niveles normales de colesterol. Además, junto al té blanco, es una de las variedades que contiene una menor cantidad de cafeína (también denominada teína). No obstante, a pesar de ello, aquellas personas que padezcan de hipertensión, diabetes, colon irritable, etc. tendrán que tener precaución a la hora de consumirlo.

Recetas con té rojo

El té rojo es una bebida que sola, sin nada más que un poquito de azúcar o miel, es deliciosa, porque tiene un sabor muy delicado, como terroso; pero, al mismo tiempo, admite muchas más posibilidades, con las que podemos conseguir una bebida mucho más rica.

Comenzamos por la combinación más popular, y la que, se dice, nos activa el metabolismo, y nos ayuda a quemar grasa: el té rojo con canela y jengibre. Para elaborarlo, sólo tenemos que colocar en nuestra tetera dos cucharadas de té con una ramita de canela, un trozo de raíz de jengibre –que le aportará un ligero toque picante- y un litro de agua –a unos 90ºC-, dejar infusionar cinco minutos y servir.

Té rojo con canela y jengibre.

Del mismo modo, podemos elaborar en nuestras casas el denominado pu-erh chai, con una mezcla de especias muy aromática e invernal, a base de jengibre, canela y cardamomo. Lo elaboramos del mismo modo que el anterior, pero añadiéndole las semillas de cardamomo.

Para los más atrevidos, os recomendamos el té rojo especiado. Muy aromático. Para prepararlo necesitaréis dos cucharadas de té rojo que infusionaremos junto con una pizca de cayena, una corteza de naranja, media cucharada de mezcla de cinco pimientas (verde, blanca, negra, larga y rosa), un par de clavos, dos ramitas de canela y media vaina de vainilla (con las semillas raspadas). Añadimos agua a 95ºC, y dejamos reposar cinco minutos. Por último, lo servimos con una rodaja de naranja recién cortada y endulzamos con una cucharadita de azúcar.

Té rojo especiado.

¿Conocéis el té americano? Consiste en infusionar el té en la leche, con canela y limón. Habitualmente se prepara con té negro, pero nosotros os aseguramos que con té rojo también está delicioso, y es ideal para el desayuno en cualquier época del año.

Para elaborarlo tendréis que calentar en un cazo la leche con una ramita de canela y un trozo de cáscara de limón. Cuando esté a punto de romper a hervir, vertemos sobre las tazas e introducimos una bolsita de té. Dejamos infusionar unos cinco minutos, endulzamos, y listo para beber. Un reconfortante té americano con el toque terroso del té rojo.

Té americano.

Los más golosos, lo podéis tomar aromatizado con vainilla. En este caso, pondremos en la tetera cuatro cucharadas de té rojo con dos vainas de vainilla (a las que habremos raspado las semillas). Cuando el agua (medio litro) esté a unos 95ºC, la vertemos en la tetera y esperamos cinco minutos.

Otra sencilla opción es aromatizarlo con limón. En este caso, procederíamos del mismo modo, pero infusionando el té con cáscara de limón –sin la parte blanca-, y sirviendo decorado con media rodajita de limón dentro de cada taza.

Té rojo con limón.

¿Os gusta el té? ¿De qué manera soléis tomarlo? ¿Le añadís algún ingrediente?