Berretes, una locura maravillosa

Blanca y Santi son amigos, residentes en Salamanca y socios de Berretes, un proyecto que se gestó de manera modesta en la cocina de Blanca, pero que ya ha traspasado límites domiciliarios para conquistar el mundo de la calle y de la empresa. De su recién inaugurado obrador, salen tartas y berretes para clientes del barrio, pero también para restaurantes e incluso hoteles de la ciudad.

Blanca y Santi hacen un buen tándem, él, siempre de impoluto traje, es ejecutivo de banca y lleva toda la burocracia del negocio, ella, repostera chispoleta, centra su trabajo en el obrador que han abierto hace unas semanas, y en las redes sociales, en las que en apenas dos años se ha labrado una buena comunidad de seguidores. Su perfil en Instagram -desenfadado, personal y cercano- ha calado y gracias a ello hoy cuenta con una buena de cartera de clientes.

Blanca y Santi, en el obrador de Berretes

Blanca es como su perfil: ilusionista, alegre y desenvuelta. Esta ingeniera de profesión, que se formó años después en su pasión: la pastelería, comenzó elaborando dulces en su propia casa, hasta que llegó un punto en el que tuvo que dar el salto de abrir su propio obrador y como ella misma reconoce “diferenciar espacio personal y profesional”. Blanca tiene un hermano menor con síndrome de down, Arón, y ello le llevó a plantearse crear el primer obrador inclusivo de la ciudad, que dará trabajo a personas con discapacidad. 

En la actualidad Berretes está tramitando el papeleo necesario para convertirse en un Centro Especial de Empleo y gracias a un Convenio con La Fundación Aviva está formando en su obrador a dos personas con discapacidad, a las que enseña a elaborar sus dulces: tarta Pantera Rosa, red velvet, pastel de queso, de chocolate… y por supuesto sus berretes, unas galletas de masa abizcochada decoradas y rellenas de un interior fluido (crema pastelera, arroz con leche, maracuyá con coco...), creadas y patentadas por esta repostera.

Berretes, galletas de masa abizcochada con un interior fluido 

Y es que Berretes hace un guiño a las manchas de comida que siempre quedan alrededor de la boca de Arón mientras “disfruta comiendo, sin pensar en que nadie más está mirando o puede juzgarle”. Esa imagen de Arón y sus berretes resume la filosofía de este obrador y acompaña cada pedido que sale de él, que no son pocos, pues desde que comenzó su andadura el pasado 18 de febrero, no ha parado un solo segundo. 

Berretes es un proyecto muy personal, una “locura maravillosa” como afirma Blanca, que nace con mucha ilusión y muy buenas perspectivas. ¡Nuestra enhorabuena!.

Berretes
C/ Gómez Ulla, 40  Salamanca
Whatsapp: 644790410
Pedidos solo previo encargo