Siete curiosidades sobre El Lazarillo de Tormes, la novela picaresca inspirada en Salamanca
Domingo, 23 de Febrero de 2020
Patricia Carnero
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'La vida del Lazarillo de Tormes y sus adversidades (1554)', introduce los rasgos fundamentales de una género literario, la novela picaresca, que tiene un gran éxito dentro y fuera de España y cuya influencia en la novela europea se extiende, al menos, hasta el siglo XIX.
Te mostramos siete curiosidades acerca de la novela picaresca inspirada en Salamanca, El Lazarillo de Tormes:
1. El mozo de muchos amos, que desde la miseria alcanza el bienestar económico a costa de olvidarse de consideraciones morales, en una parábola vital que no le lleva lejos de donde salió, pero orgulloso de su mínimo y ascenso social, es un personaje vivo y auténtico, una creación extraordinaria, síntesis genial de la literatura anterior, pero también de la mente, de cuyo nombre hasta ahora no tenemos certezas, solo hipótesis.
2. El anónimo autor, buen conocedor de Salamanca, hace nacer a Lázaro en medio del río Tormes, en la aldea de Tejares, y hace coincidir su partida de ella con su brutal iniciación a la vida, sirviéndose del conocido símbolo salmantino que figura en el escudo de armas.
3. Escrita en primera persona y estilo epistolar (a modo de única carta destinada a ‘vuestra merced’, existen diferentes versiones hipótesis sobre su autoría.
4. Los críticos sospechan que quizás el autor simpatizara con las ideas erasmistas, por lo que la Inquisición la incluyó en el índice de libros prohibidos, permitiendo después su publicación, una vez expurgados los paisajes anticlericales.
5. El relato no volvería a publicarse íntegramente hasta el siglo XIX. En él destaca la temática moral, que ataca el falso sentido del humor y la hipocresía.
6. El autor ofrece una perspectiva pesimista a través de las “fortunas y adversidades del niño nacido en Tejares, que fue evolucionando desde su ingenuidad hasta desarrollar su instinto de subsistencia.
7. En la actualidad la escultura prerromana que representa a un verraco (el toro del puente”, como lo llamaron tradicionalmente los salmantinos, se encuentra en el puente romano por el lado de la ciudad.
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