El toro bravo en peligro de extinción (con vídeo)
Miércoles, 12 de Agosto de 2020
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En un momento muy complicado para las ganaderías de lidia, las cámaras de la plataforma “micorazón es taurino” han visitado la Finca Morquera (Villaflores, Salamanca) para mostrar cómo es el día a día de un ganadero de bravo, José Carlos González “Cañero”.
La situación actual de las ganaderías de bravo no está pasando por su mejor momento, la suspensión de las fiestas patronales de municipios, donde la programación taurina era uno de sus ejes principales, sumado a las nuevas restricciones de aforo y distancias de seguridad –nada rentables y muy difíciles de garantizar en un espectáculo taurino en plaza- y la prohibición de los encierros de campo y de calle están cavando poco a poco la tumba de sus cabezas de ganado. Son muchos los que ya han enviado al sacrificio a los toros que tenían previstos para lidiar este verano y que durante años han criado y alimentado en sus fincas.
Y es que la cría de ganado bravo requiere de paciencia, su sector es muy estacional y las ganancias tan solo llegan en verano. Durante el resto del año, el ganadero debe cuidarlo y alimentarlo, contratando para ello personal y proveyéndole también de los necesarios gastos sanitarios.
Cañero vende cada verano utreros y erales para encierros y corridas, principalmente en municipios salmantinos. La crianza de un animal para la lidia le supone unos 1.000 euros sólo en pienso. Sin embargo, cuando el ganadero decide sacrificarlo en el matadero ante la imposibilidad de darle salida este año, apenas recibe 300 euros por animal, sin contar con el pesar que supone para él la pérdida de su cabaña ganadera y del duro trabajo de varios años.Imagen de Cañero en un típico encierro de campo
Las cámaras de la plataforma “micorazón es taurino” han visitado la Finca Morquera (Villaflores, Salamanca) para mostrar cómo es el día a día de este ganadero de lidia. José Carlos González, conocido en el mundillo como “Cañero”, muestra orgulloso sus tierras y sus animales mientras se lamenta de la situación actual que está viviendo su sector, ya castigado desde hace años. Quizás la solución sea la que están tomando ya algunos compañeros: reconvertir su ganadería de bravo en ganado manso. Aunque todos sabemos que la pasión que un ganadero de lidia siente por su oficio y la admiración con la que cría sus animales dista mucho de esta segunda alternativa.
Por el momento habrá que esperar, pero seguramente el mundo del toro ya no volverá a ser lo que ha sido hasta antes de la pandemia, habrá cambios y a los ganaderos no les quedará otra alternativa que adaptarse a ellos.
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Comentarios
Maria Luz
Lunes, 30 de Noviembre de 2020
La crianza de animales destinados a soportar una agonía lenta y bestial es una actividad que degrada a quienes la practican.Afortunadamente cada día crece entre las nuevas generaciones la repugnancia y el horror frente a esta actividad.2
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Raúl Rosado
Jueves, 13 de Agosto de 2020
Lo siento, pero la realidad es la que es. A las nuevas generaciones no les interesa el mundo del toro, es más, les repugna.
No es el covid, es algo mucho más profundo, que viene de mucho más atrás y que no tiene solución. Los tiempos pasaron: eso es todo. ![]() |
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