El restaurante Los Álamos, subcampeón del I Concurso de Pinchos de Gastronomía Carmelitana

Helio Flores recibió el premio en representación de su restaurante, Los Álamos, en la ceremonia del I Concurso de Pinchos organizado por la Asociación abulense 'De la cuna al sepulcro'.

Con bastante retraso a causa de la pandemia pero con la misma ilusión con la que organizó el certamen, la Asociación ‘De la cuna al sepulcro’ hizo entrega este martes en el patio del Palacio de Los Verdugos de los premios del I Concurso de Pinchos de Gastronomía Carmelitana, según publica el Diario de Ávila.

Dos galardones que recayeron en el restaurante Casa El Vive, de Alba de Tormes, y Los Álamos Laboratorio Gastronónico, de Peñaranda de Bracamonte, primer y segundo premio respectivamente de un certamen que, como explicó Dori Vicente, presidenta de la Asociación ‘De la cuna al sepulcro’, buscaban ayudar a "reactivar la economía y la hostelería" de la zona en una época especialmente difícil.

El segundo plato ganador del certamen echó mano "del huerto" para crear unos ravioli de calabacín con crema también de calabacín, enriquecido todo ello "con lo que había en los caminos en tiempos de lluvia". Se refería Helio Flores, chef del restaurante Los Álamos, a las amapolas silvestres, que adornaban y daban sabor a un plato de premio que hacía honor a la ruta teresiana. Flores ha querido donar su premio, en este caso de 250 euros, a la propia asociación, con el fin de que pueda seguir realizando actividades en la zona.

El bacalao fue uno de los ingredientes principales empleados en el pincho ganador, cuyo creador, Cristian Ojeda, acudió este martes a Ávila por lo que pudo explicar en persona el porqué de su plato. "Creamos un potaje deconstruido", recordó el cocinero, que apuntó cómo su idea pasaba por representar en su plato el camino y los pasos dados por La Santa en tierras castellanas.

Así que se puso manos a la obra y a partir de huevo, espinacas y bacalao cocinó unas migas crujientes con bacalao confitado. "Y todo ello representado en forma de camino", aportó otro dato de una propuesta culinaria que durante los tres meses que se mantuvo en carta, confirmó, pudo degustar mucha gente. "Queríamos fomentar la cocina carmelitana, que está quedando un poco perdida", lamentó el cocinero, que ha decidido donar los 500 euros de su premio a Proyecto Hombre Salamanca.

Ahora habrá que esperar al año que viene para poder volver a degustar de los platos de la cocina carmelitana. Porque como anunció Vicente, la asociación "quiere ser prudente" y esperará un año para organizar ese segundo certamen.

En esta primera edición del concurso tomaron parte doce establecimientos de distintas localidades ubicadas en la ruta teresiana. "Es una ruta muy cómoda y muy agradable, también desde el punto de vista de la gastronomía", valoró la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ávila.