Pauli cuelga el mandil y dice adiós a la cocina del Río de la Plata después de 65 años al frente

La cocinera más experimentada y también más querida de nuestra ciudad se jubila. Paulina Andrés, con casi 86 años, ha pasado un total de 65 en los fogones del restaurante que fundó junto con sus padres y su hermano Rafael. Hoy recibe a HosteleríaSalamanca en la que será siempre su casa.

El domingo 18 de septiembre de 2022 será siempre una fecha especial en el calendario del restaurante Río de la Plata de Salamanca. Ese día fue el último servicio para Paulina Andrés, conocida por todos como Pauli, después de 65 años en los fogones.

Ha llegado el momento de colgar el mandil muy a su pesar, pero es que con casi 86 años la vida te obliga a pasar a otra etapa. Al frente del negocio quedan sus sobrinos Rafa y Jose, que llevan mucho tiempo dirigiendo con maestría la sala del Río de la Plata. En las cocinas quedan los pupilos de Pauli, tres de ellos llevan allí trabajando 32 años, según nos comenta, a los que ha enseñado todo lo que sabe para que nadie note su ausencia.

Imagen de los padres de Pauli, que abrieron el negocio familiar con sus dos hijos, la propia Pauli y su hermano Rafael

Pero será difícil no hacerlo. Su forma de cocinar, sus platos más emblemáticos -el bonito escabechado, su panaché de verduras, su cabrito guisado, las almejas a la sartén o sus manzanas asadas con piñones, entre otros muchos- y su presencia se van a echar en falta. Nos cuenta que ella seguirá acudiendo todos los días a ver a su "gente" como denomina a sus clientes, "porque para mi no son clientes, son MI GENTE con mayúsculas, y no puedo dejar de venir a verlos para saber si están a gusto o no", pero ya no podrá 'meter la mano' en esos guisos hechos con cariño a fuego lento.

¿Qué recuerdos guarda Pauli después de 65 años en el Río de la Plata? "De la hostelería se tienen recuerdos buenos y recuerdos malos. Yo los tengo muy buenos porque me han dado muchas cosas, muchos premios, muchos homenajes. He atendido a mucha gente importante, tanto a artistas, como toreros y escritores", a lo que añade con énfasis, "¿Sabes que el primer artista que entró en esta casa hace 55 años fue Orson Welles?", ahí es nada.

Pauli en tiempos de pandemia en la cocina con sus famosas perdices escabechadas

Sin embargo, para la que tiene siempre un recuerdo muy muy especial es para su querida duquesa de Alba, con la que ha compartido muchos momentos y anécdotas: "Para mi la duquesa de Alba era especial, porque ella me apreciaba mucho y yo a ella. Siempre tenía que salir a la calle a ayudar a bajar, salía personalmente a ver qué quería comer. Hasta el día que me rompí una pierna, que ha sido la única vez que he faltado yo a mi negocio, tuve que subir con muletas a atenderla". De este episodio cuenta que la propia duquesa la llamó a casa para ver qué le había pasado y cómo estaba, "y al final subí con las muletas a atenderlos al duque y a ella", cuenta con orgullo.

Pauli con la duquesa de Alba en una de sus últimas visitas al Río de la Plata

¿Qué va a hacer Pauli a partir de ahora? "Pues no lo se, pasarlo mal por no trabajar, porque siempre he dicho que en lo que se tenga salud hay que hacer algo, se mueve la mente y se mueve el cuerpo que es muy importante. ¿Por qué crees que estoy yo tan ligera de cuerpo? Porque no he parado", asegura, a lo que añade que no podrá dejar de ir cada día al Río de la Plata porque "lo que se lleva en la sangre y el corazón no lo puedes olvidar". Sin embargo, no se plantea escribir un libro con sus recetas, "no me molesto en eso", afirma entre risas.

Antes de finalizar Pauli quiere destacar que todos los que le han acompañado en esta etapa de su vida todos estos años pueden seguir acudiendo tranquilos al Río de la Plata porque "quedan aquí Rafa y Jose, que son dos chavales extraordinarios, dos buenos profesionales para atender la terraza y el comedor. Y los camareros que están acompañándoles, y los cocineros y cocineras, porque la hostelería no se compone de una persona, se compone de un equipo", e insiste: "ponlo, que quede bien claro porque es muy importante: uno no hace nada solo y yo estoy muy orgullosa de todo mi equipo".  

Parte del equipo del restaurante Río de la Plata, con Pauli al frente y sus sobrinos Rafa y Jose

Nos despedimos no sin antes preguntarle si es consciente del cariño que le tiene todo el mundo en Salamanca, a lo que responde categórica, "Sí, soy consciente del cariño que me tienen porque yo se lo tengo a ellos. El cariño el recíproco, tú sabes que te lo tengo y yo se que tú me lo tienes".

Dejamos en la puerta del Río de la Plata a Paulina Andrés, 85 años, natural de Valero, mujer de carácter, trabajadora incansable, cocinera excepcional, cariñosa y en unos días jubilada. ¡Muchas felicidades y a disfrutar de la nueva etapa Pauli, ahora toca descansar un poco!