Restaurantes : Cocina Tradicional

Casa Rufino: la importancia de los pequeños detalles

Por Eva González

Casa Rufino es uno de esos restaurantes en los que uno se siente como en su propia casa, no solo por lo que degusta – comida casera al cien por cien- sino por el agradable trato que el comensal recibe; perfectamente atendido en todo momento y obsequiado con numerosos detalles que uno siempre aprecia y que le invitan a volver al lugar del que salió plenamente satisfecho...

Una modesta casita blanca con las palabras “ Casa Rufino” estampada a modo de graffiti en sus muros, nos da la bienvenida a este peculiar restaurante que sorprende cuando cruzamos las puertas de entrada a su comedor.

Esa apariencia externa simple y que prácticamente pasa desapercibida a los ojos de cualquiera, aguarda en su interior un comedor amplio, luminoso y decorado con gusto. Cada mesa respeta su propio espacio y se distancia del resto por muros de ladrillo estratégicamente ubicados.

Dcha: Exterior del restaurante

A través de las ventanas (todas ellas con plantitas en su alféizar) se pueden vislumbrar campos verdes y vestigios de urbanizaciones que a gran velocidad se extienden por el alfoz de Salamanaca. “Hace 17 años nada de esto existía, todo era campo a excepción de la azucarera” -afirma Rufino con nostalgia- . Cuando decidieron montar el restaurante tanto él como su mujer buscaron un sitio alejado del núcleo urbano que estuviera en contacto con la naturaleza, y finalmente lo encontraron: un pequeño local que había ocupado durante más de veinte años un antiguo Mesón. La pareja lo acicaló a su manera y la verdad es que no les quedó nada mal.


Solomillo de ternera a la parrilla

Uno de los aspectos que hacen que un negocio de cara al público funcione realmente bien es que su dueño esté siempre en contacto con sus clientes y eso es lo que prima en Casa Rufino. Es su dueño el que se encarga de abrirte la puerta y asignarte tu mesa, es él mismo el que te toma nota del pedido y te aconseja las especialidades de “su casa” y todo ello se nota. Sin embargo, él insiste en que es su mujer el alma del restaurante: Paqui es la cocinera y pone su sello personal en cada uno de los platos que prepara.

Cada día de la semana Casa Rufino ofrece a sus comensales un completo menú que incluye un contundente plato de cuchara. El día que yo me acerqué a hacer el reportaje tocaba cocido castellano, Paqui removía con energía las diferentes tajadas que hervían en una olla, después se dispuso a hacer los rellenos, no pude evitar sacar una instantánea del momento...

Un olor exquisito flotaba en el ambiente y se filtraba por cada pequeño resquicio de la cocina...

Izda: Paqui, la mujer de Rufino, preparando el cocido castellano de los miércoles

Los pescados a la sal (especialidad de la casa), las mollejitas de cordero o los chipirones rellenos en su tinta son otras creaciones culinarias que describen la carta del restaurante, todos ellos con el inconfundible sabor de lo que se hace como en casa. Y qué decir de esa tarta de queso; no duden en probarla es todo un acierto que les dejará un dulce y agradable sabor de boca.


Chipirones rellenos en su tinta

En la carta de Casa Rufino todavía se pueden ver los precios en pesetas, ignoro si por nostalgia, dejadez o en homenaje a aquellas personas que como mi abuelo son incapaces de “hacerse con los euros”; cada mañana su monedero se expone abierto de par en par a la panadera para que ésta escoja las monedas oportunas... Pero no nos desviemos del tema, el caso es que en casa Rufino parece como si no hubiera pasado el tiempo y eso genera cierta sensación de confort en el comensal...

Precio menú del día: 12 € (IVA inc)
Precio medio a la carta: 30 € (IVA inc)
Domingo noche y lunes cerrado
Capacidad: 52 comensales
Fácil aparcamiento


Casa Rufino
Carretera de Alba Km 1
Carbajosa de la Sagrada - Salamanca
Tel: 923 26 83 18

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Mollejitas de cordero

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