Cerveza: de la lata a la fabricación en casa
Martes, 10 de Mayo de 2016
Hosteleriasalamanca.es / Por Cristina Fuentes
|
En España ha habido desde hace varias decenas de años una fuerte cultura cervecera, donde la podemos considerar incluso la bebida patria. Pero desde que se empezó a consumir hasta ahora ha experimentado una evolución considerable, no solo en sabores, sino en el formato en la que la podemos encontrar.
Los orígenes de esta bebida celestial se remontan a 9.000 años atrás en el Nilo Azul (Sudán), donde se han identificado restos de un tipo de cereal llamado sorgo con evidencias de fermentación. En España nos remontamos al año 3.000 a.C. en la cueva Can Sadurní, en Begues (Barcelona), donde también se han encontrado restos de cereal malteado. Aunque fue Carlos V quien la introdujo con fuerza en nuestro país trayendo maestros cerveceros que, a finales del siglo XVI, fundaron las primeras fábricas en Madrid, siendo a finales del siglo XIX cuando finalmente se expandieron las cerveceras.
Desde entonces ha llovido mucho, y es que, mientras antiguamente era una bebida reservada para la celebración de ritos, hoy es una de las claves en las relaciones sociales. Y fue precisamente el aumento de esas relaciones sociales lo que hizo que se empezara a fabricar masivamente por las grandes empresas, lo que hizo que hasta los años 70 se perdieran gran cantidad de recetas para sustituirse por la uniformización de la producción.
Fue en esos años cuando en América volvió a surgir la idea de fabricar cerveza artesana como antaño, pero no ha llegado hasta España hasta casi antesdeayer. Hace un par de años varias empresas en todo el territorio español supieron ver el filón de este negocio y se lanzaron a producir cerveza con productos más locales y recuperando las antiguas recetas. Quizá no le han quitado el puesto a las grandes factorías, pero desde luego, sí que se han hecho un huequito en el mercado hasta conseguir que haya cervecerías que sirvan su producto. Ejemplos en Salamanca son la Bizarra o la Malasombra.
Pero el caso, es que los adeptos del líquido dorado han ido más allá: ya no solo encontramos empresas que la fabriquen a pequeña-mediana escala, sino que ahora es posible comprar kits para fabricarla en casa. ¿Se nos ha ido de las manos el boom de la cerveza artesana? Locura o no, lo cierto es que hay quien por afición, por puro ocio o por probar cosas nuevas, se ha puesto manos a la obra con resultados muy apetecibles. No os asustéis: no hace falta ser un gran chef, estos kits incluyen todas las instrucciones paso a paso.
No podemos dejar de hablar de las catas: famosas son las de vino, pero cada vez más se organizan degustaciones de cervezas. Y no, no vale con que esté fresquita: en estas catas hay unos requisitos muy estrictos para saborear perfectamente el cereal. La temperatura, la humedad del ambiente, el tipo de vaso o la inclinación al tirarla son factores fundamentales a la hora de valorar una cerveza.
Para terminar por este recorrido por la evolución de la cerveza, es obligatoria la mención de los nuevos sabores. Algunas grandes empresas han lanzado ediciones limitadas de esta bebida mezclada con zumo de frutas (piña, maracuyá, mango…). Pero son las pymes las que se han lanzado a la aventura con gustos tan particulares como nísperos, bellota, castaña o, incluso, jamón ibérico.
Artículos relacionados |
Comentarios
No hay comentarios
|
|
Compártelo |