Cinco formas de comer fresas
Martes, 22 de Marzo de 2016
Hosteleriasalamanca.es / Por Cristina Fuentes
|
Es el fruto rojo por excelencia de la primavera, y ¡estamos de suerte! Porque este año la fresa se ha adelantado a su temporada y desde hace ya varias semanas la podemos encontrar en prácticamente todos los supermercados y fruterías. Normalmente es un ingrediente casi casi indispensable para todo tipo de recetas dulces, y es que, con un poquito de nata están ¡buenísimas! Pero vamos a ir un poquito más allá para mostrarte algunas elaboraciones con esta fruta, ¡para que te chupes los dedos!
Es el desayuno o la merienda ideal. Para hacerlos, tendremos que batir con batidora dos tazas de harina tamizada, una de leche, un vaso de agua, cuatro huevos grandes, dos cucharadas de mantequilla y otras dos de azúcar. Mezclamos hasta que quede una crema densa y dejamos reposar una hora en la nevera. Mientras, limpiamos y troceamos las fresas y las metemos en un recipiente junto dos tazas de agua y una de azúcar y batimos bien. Cocinamos esta mezcla a fuego lento durante 45 minutos hasta que se forme una especie de sirope. Cuando la primera masa esté lista, calentamos un poco de mantequilla o de aceite de oliva a fuego medio en una sartén antiadherente. Echamos la masa hasta que se dore por un lado y, con cuidado, damos la vuelta. Repetimos el proceso hasta acabar la masa y, una vez los tengamos, los podemos servir con sirope, nata y trocitos de fresas. Et voilà!
Esta tarta tiene una pinta estupenda, y lo mejor… ¡está buenísima! Eso sí, tiene algo más de elaboración: picamos unas galletas y en un bol, las mezclamos con mantequilla, almendras molidas y aroma de vainilla. En una bandeja colocamos un aro de pastelería y ponemos la masa en el fondo procurando que quede bien lisa y dejamos reposar en la nevera.
Mientras, remojamos hojas de gelatina en agua fría. Y, en un bol, ponemos leche, azúcar y calentamos en el microondas. Cuando esté, diluimos ahí la gelatina y agregamos queso para untar. Mezclamos bien y metemos en la nevera. Cuando tome cuerpo, añadimos nata de textura espesa fría. Mezclamos bien de nuevo y dejamos reposar en la nevera. Cuando esté, vertemos la masa sobre la galleta que habíamos hecho previamente, dejando medio centímetro sin rellenar. Dejamos en la nevera para que cuaje. Mientras, trituramos fresas y las colamos. Remojamos tres hojas de gelatina y las diluimos en el puré de fresas caliente con azúcar. Mezclamos con el resto del puré y zumo de limón y dejamos enfriarlo todo.
Cuando la crema de queso esté cuajada, cubrimos con la gelatina de fresas y lo volvemos a meter a la nevera. Cuando esté solidificado, retiramos el molde con cuidado y adornamos como queramos. Ver receta completa de Tarta de queso con gelatina de fresas.
Una manera sencilla y original de preparar un plato típico español por excelencia. Tenemos que lavar manzanas y fresas, quitarles el tallo y reservar. Mientras, lavamos y troceamos tomates, cebolleta y pimiento rojo. Mezclamos todos estos ingredientes y añadimos miga de pan de hogaza y sal, y dejamos macerar durante 8 horas. Pasado ese tiempo, trituramos la mezcla y añadimos vinagre de manzana, aceite de oliva y agua (la cantidad que admita). Colamos, ¡y listo! Una buena opción es servirlo con unos dados de queso freso o langostinos salteados. Ver receta completa de Gazpacho de fresas.
Una elaboración súper fácil y que más de una vez nos puede sacar de un apuro cuando no tengamos un postre preparado. Para hacerlo, solo necesitaremos 4 claras de huevo mezcladas con unos 150 gramos de azúcar. Lo batimos todo hasta que quede bien espumoso y añadimos leche y nata. El resultado irá a parar a la máquina de hacer helados y esperaremos unos 35 minutos a que esté preparado. Una vez listo, lo mejor es coger unas cuantas fresas y colocar las bolas de helado justo encima. Obtendremos un helado casero sabrosísimo (y muy vistoso).
Un postre muy dulce, pero con una textura impresionante, crujiente por fuera y cremosa por dentro, que lo hace especial. Eso sí, conviene ayudarse con un robot de cocina de varillas. Para el merengue, comenzamos batiendo las claras hasta que se monten y después añadimos azúcar, vainilla, vinagre y maicena y seguimos batiendo. En un papel de horno marcamos cuatro círculos con buena separación entre sí y, con ayuda de una espátula, colocamos en esos círculos el merengue hasta que quede alto y bien lleno. Horneamos 45 minutos a 110 grados y, pasado ese tiempo, continuamos hora y media más a 100 grados. Sacamos y dejamos enfriar.
Para la cobertura de fresas con nata, echamos por encima de los merengues unas cucharadas de nata montada, unas fresas limpias y un buen chorro de mermelada casera. Servir inmediatamente. Ver receta completa de Merengue de fresas con nata y mermelada de fresas.
Artículos relacionados |
Comentarios
No hay comentarios
|
|
Compártelo |